
Junts per Catalunya (JxCat), el partido del prófugo Puigdemont, tiene previsto celebrar su congreso el fin de semana del 27 de octubre. La intención es colocar de manera formal a Carles Puigdemont en la presidencia y celebrar la declaración unilateral de independencia en el parlamento catalán de la que ese día 27 se cumplirán siete años.
Sin embargo, el cónclave no se celebrará en un ambiente de unidad en contraste con lo que está sucediendo a la vista de todo el mundo en ERC. En Junts también hay familias y sectores enfrentados y las campañas de difamación son incluso de mayor calado. Ahí consta el caso de Eduard Pujol, que fue acusado de acosar sexualmente a dos mujeres, una de ellas concejal del partido. Ninguna de las dos supuestas víctimas llegó a denunciar en un juzgado al que entonces era diputado de JxCat en el Parlament. Pujol sí que denunció por injurias a las dos mujeres. Una de ellas se ha retractado y ha pedido perdón en una carta remitida al juzgado y la otra está a la espera de juicio.
La petición de perdón, que Pujol ha aceptado y libra a la mujer, Noemí Llorens (concejal en Pineda de Mar), del juicio, ha sido desvelada por El País. En la misiva Llorens señala que fue Aurora Madaula, vicepresidenta del partido y en aquel momento, octubre de 2020, responsable de "feminismos" en la formación, quien le indicó que su relato cuadraba con el de una víctima de una especie de acosador sexual.
Madaula informó del caso a Jordi Sànchez, entonces secretario general de JxCat y en prisión, en una carta en la que afirmaba disponer de fotos y mensajes de teléfono móvil que probaban las acusaciones de las dos mujeres contra Pujol, que había dejado la dirección de la emisora del grupo Godó Rac 1 en diciembre de 2017 para dar el salto a la política de la mano de Puigdemont. Como según Madaula el relato de las mujeres era del todo creíble se tomó la decisión de fulminar a Pujol. La encargada de hacerlo fue Elsa Artadi, que dio a conocer a los medios en una rueda de prensa que Pujol había sido señalado por dos mujeres.
Convulsión en el independentismo
En aquellos momentos, casos similares afectaban al resto de partidos independentistas. Pujol perdió el cargo y fue expulsado del partido. Pero decidió pasar a la acción y acusar a las dos mujeres de injurias. Ninguna de ellas llegó a presentar denuncia contra él. Ahora, una de ellas, la edil de Pineda de Mar, alega que se sintió "manipulada" en contra de Pujol, a quien se quería apartar del partido fuera como fuera. Recuperó la militancia dos años después y ahora ejerce de senador de Junts tras su paso por el Congreso de los Diputados. Según su abogada, Judit Gené, la petición de perdón de una de las mujeres demuestra la falsedad de todas las acusaciones que se vertieron en su momento contra Pujol.
Del grupo de Borràs
Madaula, la ahora señalada, es íntima de Laura Borràs, la todavía presidenta de Junts condenada por prevaricación al conceder contratos de manera ilegal a un amigo. Nombrada vicepresidenta de Junts en junio de 2022, se antoja harto improbable que pueda repetir en el cargo. Su caída en desgracia es un trofeo para quienes también quieren apartar a Laura Borràs a fin de que Puigdemont ocupe el cargo de presidente de un partido que dirige de facto, pero sin cargo orgánico alguno.
Elsa Artadi, a la que se acusa de haber sido determinante para fulminar a Eduard Pujol, dejó la política en mayo de 2022 aduciendo razones personales. Madaula, por su parte, denunció a su grupo parlamentario por acoso en la oficina de igualdad de la cámara catalana. A principios de este verano llegó a un acuerdo con su partido para evitar un litigio penal. El secretario general de Junts, Jordi Turull, y ella misma emitieron un comunicado anunciando el acuerdo en estos términos: "Junts quiere ser una fuerza política motor en el proceso de cambio estructural hacia el nuevo paradigma que la sociedad y las instituciones merecen".

