Illa encarga la elaboración de un mapa con las zonas de riesgo y planea deslocalizar actividades y residencias para evitar desastres como el de Valencia.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, el socialista Salvador Illa, ha encargado a la Agencia Catalana del Agua la elaboración de un mapa con las zonas industriales, logísticas y residenciales susceptibles de quedar bajo las aguas en caso de una gota fría como la que ha azotado a la provincia de Valencia. Esa es la principal medida del "consell executiu" celebrado este martes.
Un día después de que un coletazo de la gota fría provocara la suspensión del tráfico ferroviario, la cancelación de decenas de vuelos y cortes de carreteras en casi toda Cataluña, el gobierno catalán ha anunciado el encargo de un mapa que debería estar realizado en el primer trimestre del próximo año.
En función del resultado, la Generalidad decidirá el refuerzo de las medidas de contención en los cauces, la edificación de muros y la adecuación de los terrenos para minimizar el impacto de las trombas de agua y las riadas. Tampoco se descarta el traslado de elementos industriales y residenciales si se considera que hay un peligro elevado de inundación.
Según ha explicado la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica y portavoz Sílvia Paneque, se trata de "adecuar las actividades económicas, infraestructuras y viviendas para dar garantías de seguridad a la población". La consejera ha señalado que se estudiará aplicar técnicas que minimicen los riesgos y ha señalado como ejemplo el Aeropuerto de El Prat, emplazado en una zona inundable pero dotado de mecanismos para paliar las inundaciones. Cabe recordar que en el episodio tormentoso de este lunes, cuando cayeron sobre las instalaciones aeroportuarias más de cien litros por metro cuadrado en un breve lapso de tiempo, se inundaron zonas de paso y vestíbulos de acceso a las terminales.
Sin planes de emergencia
La Generalitat también estudiará la posibilidad de realizar cambios legislativos para acometer los posibles traslados de actividades y viviendas, pero Paneque ha evitado dar detalles sobre los planes administrativos. En el caso de la provincia de Barcelona, las desembocaduras de los ríos Llobregat y Besòs, así como la primera línea de mar en la comarca del Maresme acostumbran a registrar importantes riadas y desbordamientos y las inundaciones de viviendas a pie de calle están a la orden del día.
Además, el gobierno catalán invertirá 20 millones de euros para que todos los municipios dispongan de un plan de protección civil específico. También se da la circunstancia de que más de la mitad de las localidades de Cataluña carecen de planes de emergencia en el caso de inundaciones o dichos planes ya han caducado.