
España ha sido testigo de numerosas catástrofes por inundaciones y riadas devastadoras que han provocado pérdida de vidas, destrucción de infraestructuras y graves daños materiales. La DANA que ha sacudido Valencia es sólo una muestra más de la importancia vital que tienen las infraestructuras de contención y gestión de aguas pluviales, pero según la página web del Ministerio de Transición Ecológica, el 87,5% de las obras de protección frente a inundaciones permanecen en fase de proyecto.
Según el Ministerio, la ejecución de nuevas obras de protección frente a inundaciones son actuaciones con cargo al Presupuesto de la Dirección General del Agua o al de las Confederaciones Hidrográficas. Estos proyectos de infraestructura, que incluyen desde diques y muros de contención hasta sistemas de drenaje y embalses de regulación, no solo se enfocan en minimizar el impacto de estas catástrofes naturales, sino también en prevenir la tragedia en áreas de riesgo potencial significativo de inundación.
Sin embargo, a día de hoy, apenas hay proyectadas ocho obras de protección frente a inundaciones y sólo una de ellas está en fase de ejecución, según la web del Ministerio. El resto (87,5%) ni siquiera ha llegado a la fase de proyecto en información pública. Libertad Digital se ha puesto en contacto con las Confederaciones Hidrográficas del Duero y del Ebro para confirmar que el listado del Ministerio está actualizado, pero no ha obtenido ninguna respuesta.
De este modo, la única obra para prevenir inundaciones que se está ejecutando en la actualidad es el proyecto para mejorar la capacidad de desagüe de Arriondas (Asturias) frente a posibles avenidas de los ríos Piloña, Sella y Chico a su paso por el núcleo urbano. La población de Arriondas ha sufrido numerosas inundaciones de las que se tiene constancia, como las ocurridas en los años 1938, 1975, 2003 y especialmente la acontecida en 2010, cuando incluso tuvieron que desalojar el hospital.
Obras contra inundaciones en fase de proyecto
Según el listado facilitado por la página web del Ministerio, actualmente hay siete proyectos o estudios que todavía no han pasado a la fase de información pública:
- Redacción del proyecto de laminación de avenidas del Río Antas. T.M. Vera. (Almería).
- Redacción del proyecto de construcción de prevención de inundaciones y adecuación del cauce del Río Adra. (Almería).
- Proyecto de actuaciones de protección frente a inundaciones en el Campo de Cartagena. Recuperación de la rambla de la Pescadería. Fase 1. Canalización de escorrentías a través de la avenida Muñoz Zambudio hasta desembocadura.
- Proyecto de actuaciones de protección frente a inundaciones en el Campo de Cartagena. Recuperación de la rambla de la Pescadería. Fase 2. Parque inundable para captación de escorrentías. T.M. Los Alcázares (Murcia).
- Proyecto de encauzamiento de la Rambla de Charcones y del cauce del Pago del Común en Pulpí (Almería).
- Redacción del proyecto de terminación de actuaciones de protección frente a inundaciones en el río Guadalhorce (Málaga).
- Proyecto de obras de defensa en las ramblas de Molina. T. M. de Molina de Segura (Murcia).
Para decidir si una infraestructura es de interés general y pasa a fase de licitación, debe disponer de un estudio de coste-beneficio que justifique su viabilidad económica, técnica, social y ambiental.
Más interés en "renaturalizar"
El Gobierno de Pedro Sánchez, sin embargo, considera que la mejor estrategia para evitar y controlar las riadas y desbordamientos es "renaturalizar" los ríos. Este plan busca transformar y recuperar el estado natural de los ríos que han sido "alterados" por construcciones, presas, canalizaciones y otras intervenciones humanas.
Alguna de las actuaciones que se están llevando a cabo incluyen la eliminación de estructuras como presas, azudes, escolleras y canalizaciones "que ya no cumplen una función útil" porque, según el Ministerio de Transición Ecológica, "estas infraestructuras impiden el flujo natural de los ríos y afectan tanto a la fauna como a la flora". El plan también aboga por "devolver a los ríos su forma y trazado originales". Esto incluye eliminar canalizaciones y permitir que los cauces recuperen su dinámica natural, algo que, por ejemplo, en el caso del Turia sería fatal para la ciudad de Valencia.
Otra de las estrategias incluye la creación de espacios de inundación controlada. El Gobierno lo califica como "zonas de expansión natural en las llanuras aluviales, donde los ríos puedan desbordarse sin afectar a las zonas urbanas". Sin embargo, esto choca de lleno con la actividad agrícola, porque precisamente estas llanuras son idóneas para los cultivos de regadío.
El plan del Gobierno también incluye la "reforestación y el mantenimiento de la vegetación autóctona en las orillas, con el objetivo de crear corredores ecológicos que beneficien tanto a la biodiversidad como a la calidad del agua". Pero, si tal y como han denunciado numerosos alcaldes, expertos y técnicos, el cauce de los ríos no se limpia de forma regular, pueden agravar las terribles consecuencias de una riada, tal y como sucedió en Valencia.



