
El expresidente de la Generalidad Carles Puigdemont está muy irritado porque el actual titular del cargo, el socialista Salvador Illa, no tiene previsto reunirse con él a pesar de que estará dos días en Bruselas en su primer viaje oficial y a pesar también de que se ha reunido con los demás expresidentes, incluido el evasor fiscal confeso Jordi Pujol.
Puigdemont no entiende las reticencias de Illa y menos aún que se permita lo que considera un desplante cuando negociaciones como la del paquete fiscal o los Presupuestos Generales del Estado dependen de los siete votos de Junts en el Congreso.
Hasta ahora, Puigdemont y los suyos disculpaban que Salvador Illa no se reuniera con el prófugo porque eso implicaba un desplazamiento por parte del socialista que podía dar al encuentro un carácter político no querido por ninguna de las partes. Pero el hecho de que Illa vaya a estar en Bruselas miércoles y jueves y no tenga previsto encontrarse con Puigdemont ha soliviantado a Junts, empezando por su presidente.
"Aunque ya se ha visto con el resto de expresidentes de la Generalitat, el presidente Illa cree que ahora no toca reunirse conmigo. Hoy y mañana está en Bruselas, a escasos kilómetros de donde vivo desde hace siete años, como consecuencia de la represión que él y su partido apuntalaron de forma entusiasta. Pero considera que no toca que nos reunamos en la delegación del Gobierno ante la UE. Su actitud es todo un discurso, perfectamente comprensible. Ni él ni su partido querían la amnistía. Ni la judicial ni la política, por lo que se niega a aplicarme políticamente una ley que ya está en vigor desde hace meses", ha escrito Puigdemont en un mensaje en la red social X.
Puigdemont sostiene en relación a la amnistía que "el boicot del Supremo es una anomalía, que lo haga el representante de todos los catalanes, miembro de un partido que se supone cree en la necesidad de la amnistía, es inexplicable por más vueltas que den. Porque es evidente que negarse a mantener una reunión institucional similar a la que ha tenido con el resto sólo se explica por su resistencia política a aplicar la amnistía, y eso no depende de los jueces del Supremo, depende exclusivamente de él y de su partido".
Para Puigdemont lo que denomina "no reconocimiento" por parte de Illa es munición en las negociaciones con el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez y que están en manos del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en lo relativo a Junts. "El mensaje está recibido y ya no vamos a insistir más. No es que no toque, es que no quiere", concluye Puigdemont su perorata tuitera.