
José Luis Ábalos ha asegurado que Víctor de Aldama mintió al implicar al Gobierno en la entrada de la narcodictadora Delcy Rodríguez en España. De hecho, el que fuera número dos de Pedro Sánchez en todo, incluidas las primarias, ha negado hasta la misma presencia de Aldama en la recepción en Barajas de la mano derecha del dictador Maduro.
Aldama ha pedido ahora a la Justicia la incorporación como prueba de su versión de las cintas de las cámaras de seguridad que grabaron aquella entrada la madrugada del 19 al 20 de enero de 2020. Y Aldama se lo ha pedido al juez por un motivo muy claro: que Pedro Sánchez tiene interés en "abocar a la destrucción" las grabaciones de la entrada de Delcy porque implican al Gobierno en todo el posterior diseño de la trama.
La organización del viaje
Aldama ha trasladado al juez un escrito en el que justifica su solicitud de las grabaciones de la noche de Delcy: "El fundamento de dicha petición radica en poder acreditar la presencia del Sr. de Aldama en dicho aeropuerto, la veracidad de las manifestaciones realizadas por el mismo en sede judicial en cuanto a su vinculación con la organización de dicho viaje, la asunción de tareas propias de las relaciones internacionales, y, en suma, el evolucionado grado de relación que ya en enero de 2020 mantenía con el Sr. Ábalos y el Sr. García, y su implicación en el actual Gobierno de España, como consecuencia de las relaciones de interés establecidas, y que constituye en parte el objeto del presente procedimiento, en el que se investigan, entre otros, delitos de tráfico de influencias".
El párrafo alude, de este modo, a un factor clave: "El evolucionado grado de relación que ya en enero de 2020 mantenía con el Sr. Ábalos y el Sr. García, y su implicación en el actual Gobierno de España, como consecuencia de las relaciones de interés establecidas". Y es que esas relaciones de interés llegaban al propio Pedro Sánchez y sus aspiraciones de ser presidente de la Internacional Socialista, para lo que necesitaba los apoyos de la izquierda venezolana que se encuentra dentro de la Internacional. Esos apoyos Sánchez los tuvo en noviembre de 2022, cuando se convirtió en el primer español en presidir la Internacional Socialista.
Y eso era clave para Sánchez con el objetivo de que el resto de fuerzas de la izquierda europea no afearan, por ejemplo, sus alianzas con separatistas —en connivencia con Rusia— en el Gobierno de España y no activaran, con toda la fuerza y desde el Parlamento Europeo, el combate contra los movimientos contrarios a la Constitución Española de los golpistas de ERC y Junts que apuntalan al PSOE en la Moncloa.
Todo un Tetris que exigía de Sánchez alianzas internacionales: justo las que le ofreció Venezuela. Justo las que le podía permitir tener Delcy Rodríguez.
Aldama añade en su explicación al juez lo siguiente: "Lo contrario supondría no poder acceder a una prueba de singular relevancia para acreditar los hechos a que se refiere el presente procedimiento (ajenos a los que fueron objeto de las diligencias previas sobreseídas y seguidas ante el Juzgado de Instrucción 31 de Madrid), prueba videográfica que, además, está avocada a la destrucción".
La prueba clave amenazada con la destrucción
¿Cómo podría acabar en la destrucción una prueba clave? Pues obviamente por el interés de una parte muy relevante en que no se viera el contenido de esas imágenes.
"En consecuencia, entiende esta parte que resulta fundamental salvaguardar esta fuente de prueba, sin duda relevante para el presente procedimiento y para acreditar la veracidad de las declaraciones sobre el particular realizadas por mi representado y negadas por el Sr. Ábalos, y al mismo tiempo, y correlativamente, acreditar que el Sr. Ábalos falta a la verdad cuando desmiente la versión facilitada por el Sr. Aldama sobre el viaje y estancia en España de la citada vicepresidenta", concluye la explicación.