La fecha límite para presentar una moción de censura en el Ayuntamiento de Ripoll (Gerona) es el 24 de febrero. La alcaldesa, Sílvia Orriols, líder de la formación separatista Aliança Catalana, se sometió a una cuestión de confianza para aprobar los presupuestos municipales en la creencia de que el resto de los partidos serían incapaces de ponerse de acuerdo para desbancarla, como ya sucedió en la constitución del plenario tras las últimas elecciones municipales.
El pleno del municipio está compuesto por 17 concejales. Aliança Catalana tiene 6. Junts y ERC, 3 cada uno. El PSC y CUP, 2 y 2 y la lista local "Som-Hi Ripoll" (Adelante Ripoll), 1. Todos los partidos cerraron filas contra Aliança en la cuestión de confianza, 11 votos a favor y 6 en contra, celebrada finales del pasado mes de enero.
Tras las municipales fue Junts quien se negó a formar parte de una coalición para evitar el acceso a la alcaldía de Aliança Catalana, pero las circunstancias han cambiado. Orriols ha alcanzado una gran popularidad entre los sectores independentistas por su discurso duro contra la inmigración irregular. La notoriedad de Aliança Catalana preocupa al partido de Puigdemont, que ha copiado del punto a la cruz el programa general de la nueva formación independentista.
Junts copia a Aliança Catalana
De ahí los afanes para obtener el traspaso de las competencias en inmigración y poder aplicar la línea dura contra la inmigración magrebí que plantea el partido de Orriols así como planes como el de desalojar a los okupas sin trámites.
Los de Puigdemont consideran ahora que hay que arrebatar la alcaldía a la dirigente separatista para frenar a Aliança Catalana. Orriols, por su parte, considera que sacrificar la alcaldía le dará más notoriedad, ya que cuenta con el altavoz de su escaño en el Parlamento autonómico (su partido cuenta con dos diputados) y se repetiría lo que ocurrió en Badalona, cuando tras un cordón sanitario contra el popular Xavier García Albiol, este arrasó en las siguientes municipales y ahora gobierna con una mayoría absoluta incontestable.
Pero en estos momentos, la pieza para cuadrar la operación es el PSC. Las reticencias socialistas se han transformado en la aceptación de integrarse en un nuevo gobierno municipal que estaría encabezado por Junts, la lista más votada después de Aliança Catalana.
Diversos dirigentes socialistas como la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, o la viceprimera secretaria del PSC, Lluïsa Moret, ya han expresado su visto bueno a que los dos concejales socialistas apoyen la moción de censura.
A falta de seis días para que venza el plazo para presentar un candidato alternativo en Ripoll, todo parece apuntar a un relevo en la alcaldía, si bien nada es oficial y todo es susceptible de quedar en agua de borrajas. Ripoll es un municipio de unos doce mil habitantes del que salió la célula terrorista que atentó en Barcelona y Cambrils en agosto de 2017.
Uno de los integrantes de esa célula, Mohamed Houli Chemlal, compareció la semana pasada en el Congreso gracias al PSOE, Junts, ERC y EH Bildu para sostener la teoría de la conspiración de Puigdemont. Horas después trascendió que la alcaldesa de Ripoll había concedido una beca a una hermana de Houli, estudiante de enfermería.
El terrorista, condenado a más de cuarenta años de cárcel, fue el único superviviente de la explosión en el chalet de Alcanar donde los terroristas preparaban material explosivo para atentar contra la Sagrada Familia y el Camp Nou. Houli se encontraba fuera de la casa y sobrevivió a la explosión. No dijo nada de los planes terroristas de sus compañeros de célula, que improvisaron el atentado de las Ramblas y el ataque en Cambrils por si Houli confesaba ante los Mossos, cosa que no sucedió hasta después de los atentados y ante la evidencia de que todos los terroristas abatidos eran amigos suyos.