
La actualidad política en los últimos meses se encuentra ligada inexorablemente con la judicial, de forma que cada vez son más las investigaciones judiciales que se están llevando a cabo sobre actuaciones de personalidades relevantes. En este marco, se dan casi diariamente declaraciones de estas personas y sus allegados, ya sean como investigados o en calidad de testigos. Estos últimos tienen la obligación de decir la verdad, pero, ¿qué pasa si un testigo miente en un proceso judicial?
Si un testigo decide mentir en un proceso judicial, este estará cometiendo un delito de falso testimonio, o lo que es lo mismo, un delito de mera actividad recogido entre los artículos 458 y 462 del Capítulo VI del Título XX del Código Penal. Esto es, si un testigo miente sobre el caso del que se le requiere en su testimonio, tanto en una fase de instrucción como en un juicio, y es consciente de haber mentido; puede ser perseguido por ello.
De hecho, si el juez, una de las partes involucradas en el proceso judicial o un abogado lo denuncia y se investiga el delito, el testigo que habría mentido en un juicio sería castigado con una pena de prisión de entre seis meses y dos años y con un multa de tres a seis meses, designando una cuantía monetaria por cada día de castigo.
Peor si es en contra del reo
Este delito se agravará si es que el falso testimonio se da en contra del imputado en el juicio, elevando las penas de prisión de uno a tres años y la multa de seis a 12 meses. Una sentencia que será más dura –dentro de las penas mencionadas— si las mentiras que el testigo expuso en el juicio contribuyeron a que el encausado hubiese obtenido una sentencia condenatoria, según se muestra en el apartado dos del mencionado artículo 458: "Si a consecuencia del testimonio hubiera recaído sentencia condenatoria, se impondrán las penas superiores en grado".
De la misma forma, si este delito se comete en una instancia internacional, es decir, en los Tribunales Internacionales o en el territorio nacional pero al declarar en virtud de comisión rogatoria remitida por un Tribunal extranjero, las penas serán las mismas que las establecidas en España conforme a los Tratados debidamente ratificados conforme a la Constitución Española.
Qué pasa si un testigo no acude al juicio
Cabe recordar que este es un delito especial, ya que sólo puede ser cometido por alguien que haya sido llamado como testigo en un procedimiento judicial, ya sea a petición de una de las partes en el juicio o por el juez durante la fase de instrucción. Eso sí, en el caso de haber sido citado como testigo a un proceso judicial, el apelado no podrá faltar al mismo.
De hecho, si un testigo no declara pese a haber sido citado será castigado con una multa de entre 200 y 5.000 euros en primera instancia, pudiendo ser condenado por un delito de obstrucción a la justicia y desobediencia grave a la autoridad, que está castigado con penas que van de tres a diez meses de prisión, más multas. Por su parte, un encausado tiene el derecho de mentir en favor de su defensa judicial.