
El Teatro Alcázar de Madrid fue el escenario del acto final de la Asamblea Constituyente de Sumar, en el que figuras clave de la formación, como Yolanda Díaz, Ernest Urtasun, Verónica Barbero, Lara Hernández y Carlos Martín, expusieron su visión política y estratégica de cara al futuro.
Uno de los protagonistas involuntarios de la jornada ha sido el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien en su intervención ha querido hacer un guiño a la inclusión con un desliz lingüístico difícil de justificar. "Militantes y militantas de Sumar", ha dicho el sindicalista, en un intento de desdoblamiento de género que, sin embargo, no tiene cabida en el español.
Una nueva patada de la izquierda al diccionario: Pepe Álvarez y su "militantes y militantas" pic.twitter.com/tLMakilcpu
— Libertad Digital (@libertaddigital) April 2, 2025
¿Es correcto decir "militantas"?
El término "militantas" no figura en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), ni responde a las normas gramaticales del idioma. La palabra "militante" es un epiceno, es decir, no varía en género y sirve para referirse tanto a hombres como a mujeres. Por lo tanto, el intento de desdoblamiento es innecesario y erróneo desde el punto de vista lingüístico.
La RAE ya se ha pronunciado en numerosas ocasiones sobre este tipo de construcciones y ha advertido que el idioma español no funciona con desdoblamientos forzados. En su cuenta oficial de X (antes Twitter), la institución ha explicado que "el género gramatical no siempre coincide con el sexo", y que las palabras con valor genérico ya incluyen a ambos sexos sin necesidad de cambios artificiales.
#RAEconsultas No se debe confundir el género gramatical con el sexo de las entidades a las que hacen referencia las palabras. Los nombres tienen género gramatical independientemente de si designan entidades sexuadas o no.
— RAE (@RAEinforma) July 31, 2018
Además, en su informe sobre lenguaje inclusivo, la Academia aclara que los desdoblamientos como "ciudadanos y ciudadanas" o "todos y todas" pueden utilizarse en contextos orales o con intenciones retóricas, pero no deben imponerse como norma, ya que el español dispone de términos que, por su estructura, ya cumplen con la función de incluir a hombres y mujeres sin necesidad de alteraciones.


