Cayetana Álvarez de Toledo volvió a acorralar al ministro de Justicia en su ya clásico rifirrafe con Félix Bolaños de la sesión de control. La diputada popular llevó a la cámara las revelaciones de José Luis Rodríguez Zapatero este fin de semana en El País sobre su papel en el "reconocimiento de la identidad nacional de Cataluña", "por encargo del Gobierno" y "a espaldas de esta Cámara y los españoles". Álvarez de Toledo trató, sin éxito, que Bolaños aclarara esta "afrenta insólita".
Después de que el ministro eludiera la cuestión llamando a la popular "nostálgica del procés", la diputada contraatacó lamentando que sea "incapaz de contestar" a las preguntas de si el pacto avanzado por Zapatero explica las cesiones de competencias de inmigración o los aranceles. Y aprovechó para lamentar el papel preponderante del expresidente en la política española, "un hombre que debería estar proscrito de la vida pública por traficar con el sufrimiento de los presos políticos venezolanos" y "por impartir lecciones de democracia mientras una dictadura criminal lo financia". "Un lobbista y un cínico", afirmó.
Ya centrándose en Bolaños, Álvarez de Toledo le avisó de que la amnistía no se aplicará porque lo impedirá el Supremo y el TJUE "y lo mismo ocurrirá con los elixires plurinacionales que vende Zapatero", aunque quieran "disfrazar el referéndum como consulta no vinculante" y "conviertan las próximas elecciones en un prebiscito contra la monarquía parlamentaria". "Van a fracasar, también por incompetentes".
Y sobre su declaración como testigo, la diputada le recordó que Sánchez le encargó "blindar a su mujer y el que acaba citado es usted", que además no podrá declarar ante el juez Peinado por escrito, como pretendía. "¿Va a llamarle facha con toga a la cara? ¿Ultra de lawfare?". Terminó avisándole de que puede acabar imputado: "Pero no se inquiete, no haremos como su gobierno que condena por ideología y absuelve por afinidad, hasta el presunto ministro de justicia tiene derecho a la presunción de inocencia".