El escándalo de corrupción que ha acabado con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en la cárcel de Soto del Real, sigue reflejándose en las expectativas electorales del partido, sin que la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 9 de julio en el Congreso para dar explicaciones le estén permitiendo dejar atrás la crisis.
Así lo refleja el barómetro de julio del Instituto DYM para el grupo Henneo que publica este jueves 20 minutos, entre otros medios. El trabajo de campo se realizó entre los días 11 y 14 de julio, por lo que recoge también los efectos de los disturbios de Torre Pacheco (Murcia).
De celebrarse elecciones generales mañana, el PSOE obtendría un 26,1% de los votos (los mismos que hace un mes, cuando ya había estallado el escándalo Cerdán), más de cinco puntos y medio por debajo de su resultado en las generales de 2023. Es decir, frena su caída, pero no consigue remontar, quedándose muy lejos de disputar la victoria al PP. Con este porcentaje de voto, los socialistas pasarían de sus actuales 121 parlamentarios a entre 105 y 109 diputados.
El PP estaría una décima por encima del barómetro de junio, y obtendría una cómoda victoria con el 36,1% de los votos, y entre 154 y 158 escaños.
Vox, por su parte, obtendría el 14,6% de los votos, creciendo un punto en un solo mes. La formación de Santiago Abascal obtendría entre 38 y 40 escaños. Incluso quedándose en la parte baja de la horquilla, PP y Vox disfrutarían de una amplísima mayoría absoluta de entre 192 y 198 diputados.
El socio de Gobierno de Pedro Sánchez, Sumar, obtendría un punto menos que en junio, quedándose en el 6,6% de los sufragios. Mientras que Podemos no recupera el buen momento del barómetro de hace dos meses, cuando sobrepasó el 5%, y se queda con un 3,7%.
Lo cierto es que el bloque progresista sufriría un gran batacazo, pues la suma de las tres formaciones de izquierdas a escala nacional sería de un máximo de 124 diputados frente a los 152 actuales.