El presidente del parlamento autonómico catalán, Josep Rull, dirigente de Junts condenado e indultado por el golpe de Estado, está entusiasmado con los preparativos del izado de la gran "senyera" que se llevará a cabo el próximo 10 de septiembre, víspera de la fiesta regional catalana. Tras la "inauguración", la bandera autonómica ondeará de manera permanente al lado del edificio que acoge la cámara.
Ningún grupo parlamentario ha mostrado, de momento, su malestar con la megalómana iniciativa de Rull, que pretende conducirse como el presidente del parlamento de un país independiente. De ahí, por ejemplo, que no asista a los actos con la Familia Real a pesar de su condición de segunda autoridad autonómica.
Coste disparatado
El coste del capricho supera los cien mil euros, toda vez que por el palo de la bandera se van a pagar 93.000 euros. La bandera tendrá una superficie de 54 metros cuatros y se instalará en un mástil de 25 metros de altura dotado con un sofisticado mecanismo giratorio para evitar que la bandera se enrolle sobre el palo o que choque con la fachada del edificio.
La entidad constitucionalista Impulso Ciudadano, que preside José Domingo, ha reaccionado ante tal desatino y ha enviado una carta a Rull en la que solicita la exhibición conjunta y permanente de las banderas de España y Cataluña y que tenga a bien también colocar la bandera española en su propio despacho, tal como es preceptivo. Se trata, según la misiva, de cumplir la legislación vigente, reforzar el carácter integrador y plural de las instituciones y preservar la neutralidad y legalidad institucional.
Domingo le recuerda a Rull en la carta que "el artículo 4.2 de la Constitución Española y la Ley 39/1981, de 28 de octubre, disponen que en el exterior de todos los edificios públicos, incluidos los autonómicos, debe ondear de forma permanente la bandera de España, junto con la bandera oficial de la comunidad correspondiente".
"Esta norma –sigue el texto– es plenamente compatible con el artículo 8 del Estatuto de Autonomía que prevé que la bandera de Cataluña debe estar presente en los edificios públicos y en los actos oficiales que tengan lugar en Cataluña. Asimismo, el artículo 6 de la ley 39/1981 establece que, si se utilizan varias banderas, la de España debe ocupar el lugar de honor y tener iguales dimensiones o mayor preeminencia que el resto".
Infracción normativa
Tras las pertinentes consideraciones legales, Domingo advierte a Rull de que "en consecuencia, la colocación de una bandera catalana de grandes dimensiones, sin acompañamiento de la bandera española, constituiría una infracción normativa que debe evitarse, por lo que sería conveniente que en el gran mástil se izarán ambas banderas o bien se colocará otro mástil de similar tamaño en el que pudiera ondear también la bandera de España".
Y añade: "Asimismo, hemos constatado que las banderas de España y Cataluña sólo ondean en la azotea del Parlamento que tan dignamente preside los días de pleno, lo cual incumple claramente el mandato legal de exhibición permanente de ambas enseñas oficiales y que en su despacho oficial está presente sólo la bandera catalana, pero no la española".
Tras la ajustada exposición de motivos, Impulso Ciudadano pide:
- Que la bandera de España se exhiba de forma conjunta con la bandera de Cataluña en el mástil exterior que se va a utilizar para la celebración institucional del 10 de septiembre y que así se haga de forma permanente dando cumplimiento a la normativa vigente.
- Que se garantice la presencia de ambas banderas en el exterior de la sede del Parlamento de manera permanente, no sólo durante los días de Pleno.
- Que se coloque la bandera de España, junto a la bandera de Cataluña, en el despacho institucional del Presidente del Parlamento.
Los precedentes y el caso Torra
Lo más probable es que Rull haga oídos sordos a las reclamaciones de Impulso Ciudadano. Esa opción tiene sus riesgos. Impulso es la misma entidad que pleiteó hasta conseguir que Torra descolgara las pancartas políticas que colocó en el balcón de la Generalidad cuando era presidente y que a la postre le costaron el cargo. También ha logrado sentencias contra ayuntamientos catalanes que vulneraron por sistema las normas en materia de símbolos.