
El programa de Cuatro Todo es mentira ha vivido este miércoles uno de sus momentos más tensos cuando el presentador, Risto Mejide, y la portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Mar Espinar, han protagonizado un enfrentamiento en directo sobre el control de la información por parte del Gobierno.
La polémica ha arrancado tras una pregunta aparentemente inocente de Mejide: "Mar Espinar, ¿qué te parece hasta ahora el programa? ¿Quieres que cambiemos la escaleta?". La diputada socialista ha respondido con ironía: "Todo perfecto. Podríamos cambiar la mentalidad de Esperanza Aguirre, pero eso no depende de ti", en referencia a la expresidenta madrileña, también presente en el plató.
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— Jose Libertad Ley (@hispaniaenlucha) September 17, 2025
Risto desvela cómo el PSOE quiere controlar la información.
La Jefa de gabinete de Mar Espinar, escribe al programa para decirles de qué tienen que hablar.
El Socialismo no cree en la libertad.
Fijaos en la cara que se le queda a la rival de Ayuso.
Sanchismo. pic.twitter.com/dmnbYwUXgx
"Ábalos es casquería"
Fue entonces cuando Mejide ha desvelado las presiones desde el PSOE madrileño que ha sufrido su programa: "Desde tu gabinete nos han dicho que nuestros temas de hoy eran secundarios y caribeños". De hecho, el presentador ha especificado cómo la jefa de gabinete de Espinar se ha puesto en contacto con el programa y ha dicho que "no eran los temas que estaba viendo en los informativos. Se ha centrado en Ábalos y ha dicho que es casquería".
"Vamos a hablar de Ábalos, vamos a hablar de los temas caribeños, porque este programa, a diferencia de otras cadenas, no está dirigido por ningún partido político", ha terminado afirmando el presentador.
Aunque Espinar ha tratado de defenderse asegurando "no tener jefa de gabinete", la diputada ha terminado reconociendo que "sí, trabaja en el partido", en referencia a la persona que ha llamado al programa para controlar la agenda informativa –a la que Risto había aludido como "Carolina"–.
El enfrentamiento ha dejado al descubierto, en palabras del propio Mejide, los intentos del PSOE de condicionar los contenidos del programa. Una dinámica que se suma al control de RTVE y se está extendiendo incluso en las cadenas privadas, como Cuatro.


