
En un intento de aplacar la polémica por las pulseras antimaltrato tras destaparse fallos y pérdida de información clave para la protección de las víctimas de violencia doméstica, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha anunciado que licitará "en unos meses" un nuevo contrato para la gestión de los dispositivos Cometa, que incluirá "mejoras técnicas" como la incorporación de una plataforma para disponer en todo momento de los datos de estos dispositivos.
En un videocomunicado, Redondo dice al mismo tiempo que "las pulseras funcionan, el dispositivo Cometa siempre ha funcionado y sigue funcionando correctamente, salva vidas a diario, está en conexión inmediata con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, realizamos un gran trabajo salvando vidas a diario", un mensaje que choca con el de fiscales, jueces, y fuerzas de seguridad.
La titular de Igualdad aprovecha para cargar contra el PP, al que acusa de utilizar el miedo y amedrentar a las víctimas "como ariete político contra el Gobierno", "simplemente para ganar un puñado de votos", algo que tacha de "ruin, mezquino y absolutamente injusto". Añade que el PP "ya no se diferencia de Vox" y que "ha dejado de ser un partido de Estado" e incluso ha dicho que al partido que lidera Alberto Núñez Feijóo "le dan lo mismo las víctimas y le da lo mismo el sufrimiento y el miedo que puedan estar padeciendo".
No dimite
"Generar alarma, miedo y sobre todo bulos y mentiras es lo último que las víctimas necesitan", dice la ministra obviando su propia responsabilidad y dejando claro con el mensaje que no piensa dimitir. En opinión de Redondo, esto son cuestiones "muy delicadas" sobre las que hay que "trabajar con discreción" para "resolver cada problema".
Redondo ha insistido en que las mujeres han estado protegidas y a salvo en todo momento y ha sostenido que es "absolutamente falso que estas pulseras se compraran por AliExpress" porque están diseñadas para el sistema Cometa y homologadas en la Unión Europea. También ha negado que los datos relativos a estos dispositivos estuvieran en manos de una empresa israelí, porque son propiedad del Ministerio y ha lamentado que con "tantas falsedades y tantas mentiras" se "amedrenta" y "asusta a las víctimas". Sobre su gestión, afirma que su departamento ha estado en todo momento "encima de esta cuestión", que "se resolvió", dice, "hace meses".


