Dos días después de las intensas trombas de agua que azotaron Ibiza, la isla continúa recuperándose de los estragos. Aunque las labores de limpieza avanzan, varias carreteras permanecen cortadas, entre ellas la que conecta con el aeropuerto, lo que sigue dificultando la movilidad.
El sector turístico también acusa el impacto de las lluvias. Negocios y hoteles están evaluando las pérdidas ocasionadas, y algunos han tenido que adelantar el cierre de temporada debido a los daños materiales y a la caída en las reservas.
La isla trabaja ahora en volver a la normalidad, con la prioridad puesta en restablecer las comunicaciones y minimizar las pérdidas en plena recta final de la temporada turística.

