
La pieza clave para entender el papel del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con Venezuela y China y sus supuestos negocios se encuentra en el que fuera su jefe de seguridad de La Moncloa: Segundo Martínez.
Martínez inició su carrera en la policía en la lucha contra ETA, acción que le promovió para ascender rápidamente hasta llegar a la Jefatura Superior de Castilla y León; aunque no fue hasta el 2004 que el nombre del leonés comenzó a ser conocido por el entorno político. Fue entonces cuando Zapatero lo nombró jefe de seguridad de Presidencia del Gobierno en un contexto en el que el entonces líder socialista quiso rodearse de personas de su entorno más cercano: cobró importancia la delegación castellanoleonesa de los socialistas, del que salieron varios de los altos cargos de mayor importancia para el Gobierno de Zapatero, natural de Valladolid.
Segundo Martínez es comisario principal jubilado desde 2017 después de haber sido desterrado al Consejo Asesor de la Policía con la llegada de Mariano Rajoy a La Moncloa. Aun así, este, según las fuentes consultadas por Libertad Digital, sigue influyendo en el Ministerio de Fernando Grande-Marlaska hasta el punto que Martínez fue el ideólogo de la purga que este llevó a cabo cuando llegó a Interior en 2018, cuando comenzó a colocar a personas afines al PSOE en los altos cargos de la Policía Nacional destituyendo a más de una decena de personas sobre las que tuviesen sospechas de cualquier tipo de cercanía con el PP.
Además de susurrar a los oídos de los actuales dirigentes del Ministerio del Interior –en concreto, según estas fuentes, de Francisco Pardo, director general de la Policía Nacional—, Martínez seguiría estando en activo y cobrando de la tecnológica china Huawei, que consiguió contratos públicos adjudicados por el Gobierno de Pedro Sánchez para, nada más y nada menos, que conservar los documentos y audios del espionaje policial.
Las sinergias entre Huawei y el entorno de Zapatero no se quedan en el plano profesional, sino que el gigante tecnológico chino también contrató en febrero de 2021 a la pequeña consultora de comunicación que tienen las hijas de Zapatero. Algo que habría coincidido con las fechas en las que Huawei contrató al empresario vincualdo a la trama koldo Víctor de Aldama –que dijo haber llevado al expresidente socialista a Santo Domingo en su avión privado para un asunto de negocios— como asesor externo a razón de 13.000 euros al mes.
Asimismo, el que fuera jefe de seguridad de La Moncloa tiene otro negocio: una academia de formación para oposiciones de la Policía Nacional. Esta, según ha podido saber Libertad Digital, ofrece un curso con clases presenciales tres días a la semana en las que se explica un tema por día y se realiza un examen posterior por 110 euros al mes, a lo que los opositores deberían sumarle el gasto del entrenador físico para las pruebas, que ronda los 45 euros mensuales.
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