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Chacón: de Rubianes a Almería

Chacón irrumpe en la crisis de los socialistas y en plena crisis nacional con un discurso más cercano al PSOE que al PSC, pero con matices.

Chacón irrumpe en la crisis de los socialistas y en plena crisis nacional con un discurso más cercano al PSOE que al PSC, pero con matices.

La capacidad camaleónica de Carmen Chacón está fuera de toda duda. Cada cierto tiempo hace gala de ella. Dependiendo de cuál sea el mar donde haya que pescar se envuelve con la señera o con la bandera nacional.

De pasar a proteger al actor Pepe Rubianes, que en 2006 dijo aquello de "a mí, la unidad de España me suda la polla por delante y por detrás, que se metan a España en el puto culo, a ver si les explota dentro y les quedan los huevos colgando del campanario; que vayan a cagar a la puta playa con la puta España, que llevo desde que nací con la puta España. Vayan a la mierda ya con el país ese y dejen de tocar los cojones", a defender después con orgullo al Ejército y su cargo al frente del Ministerio de Defensa.

           

Su postura en la polémica de Rubianes podría calificarse de anecdótica si todo se hubiera quedado ahí. Pero en 2005, en pleno debate del Estatuto de Cataluña, la exministra de Defensa –entonces vicepresidenta del Congreso– buscaba fórmulas para burlar la Constitución. Según señalaba Chacón, "entidad nacional", "comunidad nacional" o "realidad nacional" son los "sinónimos" que podrían convertirse en la definición de Cataluña para ajustarse a "lo que somos", en alusión a los catalanes. Chacón dijo entonces que estos ejemplos son "sinónimos que serían compatibles con el artículo 2 y, sobre todo, darían a Catalunya, por primera vez en su Estatut y en el Estado español, la capacidad de definirse como realidad nacional, que es lo que somos".

Años más tarde, la catalana publicó un artículo al alimón con Felipe González en El País. En él definían a Cataluña como "una nación sin Estado" y arremetían contra el Tribunal Constitucional por la sentencia sobre el Estatuto. "Los votos particulares que respaldan la impugnación del PP expresan una visión preconstitucional del Estado", señalaban. Y afirmaban también que en el fallo "se niega la noción misma de autogobierno, se cuestiona la inmersión lingüística que cohesiona Cataluña, se escatima la condición de parte del Estado a la Generalitat y se llega a desfigurar incluso su nombre".

En septiembre de 2011, dos meses antes de las elecciones generales que darían la mayoría absoluta al PP de Mariano Rajoy, decía ante los militantes del PSC:

"Cataluña y los catalanes siempre hemos estado con el avance, siempre hemos estado con el progreso, siempre hemos estado en la vanguardia, y es cierto. En relación al resto de España, Cataluña siempre ha estado un paso por delante del desarrollo económico, un paso por delante en cuanto a la democracia, un paso por delante de las libertades, un paso por delante en Europa. Precisamente por eso, como decía mi abuelo, Cataluña molesta a los caciques, a los que se aprovechan del rendimiento de los otros, a los que controlan a la gente al servicio de la ignorancia y de las prohibiciones". 

Pero luego llegó la debacle de las elecciones generales y Carmen Chacón presentó su candidatura a liderar el PSOE, enfrentándose para ello con Alfredo Pérez Rubalcaba. Comenzó pues la campaña de los dos candidatos. Ya entonces el actual secretario general de los socialistas se dio cuenta de la importancia de que el partido recuperase un discurso nacional que defender en todas las comunidades por igual. "El PSOE volverá a ser un partido nacional", proclamó Rubalcaba.

Y Chacón dio un giro al suyo de 180 grados. Hizo una campaña especialmente intensa en Andalucía. De hecho, el lugar elegido para presentar su candidatura de manera oficial fue en Olula del río (Almería), de donde su padre es originario. Y su mensaje, tan sólo meses después del anterior, era ya: "Nos equivocamos exhibiendo el discurso territorial en detrimento del discurso social. El momento pedía otras cosas y pedía un eje muy claro en políticas sociales en relación derecha e izquierda".

          

Pero Chacón perdió por pocos votos de diferencia frente a Rubalcaba. Y desapareció del primer plano del partido y casi de la política. Hasta hoy. Como siempre, midiendo sus tiempos políticos, sale a la palestra justo en el peor momento para el PSOE y para su líder, cuestionado tras el varapalo de las elecciones gallegas y vascas. Y las catalanas pintan, si cabe, peor para el PSC.

  

A través de varias entrevistas en distintos medios de comunicación, abandona su silencio para proclamar: "Soy rotunda y radicalmente contraria a la independencia de Cataluña". Pero con matices: pone en el mismo nivel de responsabilidad al presidente de la Generalidad, Artur Mas, y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

"La unidad de España no se defiende sólo plantando cara a Mas. Se defiende también con el respeto y el reconocimiento. Y eso es lo que les ha faltado a Mariano Rajoy y al PP. No se puede invocar la unidad de España para insultar a los catalanes, ni para boicotear los productos catalanes. (...) No se puede ofender e inflamar a un pueblo y decir que hay que "españolizarlo" –como si no fuéramos españoles– y acudir al día siguiente con el extintor y cantar las bondades de la España plural como acaba de hacer Rajoy", sentencia en la entrevista concedida a El Mundo

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