"Faltan pocas horas para que Margallo meta la pata hasta el corvejón y se ponga a debatir lo que jamás debió debatir.
El ministro de Asuntos Exteriores no puede debatir nunca un asunto interno.
¿Cómo vas a debatir qué pasa con la independencia si partes de que es imposible la independencia. Si la independencia es imposible no se debate qué pasa con la independencia.
Si tu vas a defender qué España no se rompe no vas a debatir qué pasa con los cascotes.
Ha llegado el Partido Popular a tal extremo de autismo que un presidente zombie permite que un ministro pirado haga el ridículo perjudicando a su partido y a España".