Ximo Puig ha hecho su típico discurso de Navidad en el Palau de la Generalitat valenciana. Ha hecho un repaso de los últimos acontecimientos de la vida política española. El valenciano, que tiene a sus espaldas sospechas por presuntas corruptelas llevadas a cabo por su gobierno como han explicado Rosana Laviada y su equipo en Es la Mañana de Federico.
La comisión de investigación parlamentaria sobre el caso Azud sigue enfrentándose al bloqueo de la izquierda. Y ello, pese a que ya se conocen los primeros datos del informe de la UCO y apuntan a un caso de financiación ilegal de los socialistas. La comisión fue aprobada por las Cortes Valencianas en junio de 2021, pero no ha conseguido empezar a rodar gracias a la oposición de los socialistas, de Podemos y de Compromís. El PP lo ha intentado este pasado jueves en la Junta de Portavoces con idea de comenzar las investigaciones de este caso de corrupción en enero. Pero el bloque férreo de izquierdas se ha cerrado en banda.
Ya se ha levantado parcialmente el secreto de sumario de una de las piezas separadas de esta macrocausa. Ya se conoce que el caso de corrupción incluye la investigación de presuntas comisiones ilegales urbanísticas en un amplio periodo de tiempo que abarca desde 1999 hasta 2013 en Valencia y otros municipios. Y ya se sabe que las diligencias ordenadas por la supuesta financiación ilegal del PSPV han dado como resultados indicios serios de la existencia de corrupción.
En este discurso, Puig ha comentado que "es necesario hacer una política útil". "Hay que empujar juntos en las cuestiones importantes" ha destacado el socialista valenciano. Ha recalcado que "lo sucedido con la renovación del Tribunal Constitucional ha de ser un punto de inflexión para llegar a una España de grandes pactos".

