Pedro Sánchez jugaba en casa y se notaba. El presidente del Gobierno escogió la sede de UGT, sindicato hermano del PSOE y su correa de transmisión, para celebrar los tres años del Gobierno de coalición. "Tres años y, si me lo permitís, ¡qué tres años!", afirmaba el presidente del Gobierno ante las risas del auditorio. No faltaron elogios, aplausos y decenas de selfies entre una multitud de liberados sindicales que abarrotaron el salón de actos.
Ante ellos, Pedro Sánchez desglosaba "la memoria obrera de España" y prometía que "seguirán dignificando el salario mínimo y protegiendo a la gente de a pie". Una "hoja de ruta" frente a una derecha "anclada en proteger los derechos de algunos poderosos". En un discurso muy almibarado, Sánchez evitaba hablar de las tensiones con sus socios de Gobierno y se centraba en lo que les une. "Compartimos ciertos principios esenciales y tenemos un punto central: estamos decididos a defender a la gente de a pie", afirmaba
Sánchez aprovechaba para asegurar que "la democracia no es un dádiva que nos viene desde arriba" y alertaba contra los que usan "la mentira, continúan con una escalada verbal y se acaba en el asalto a las instituciones democráticas". Por si alguien dudaba, Sánchez aclaraba, a continuación, que se estaba refiriendo a "fascistas" como "a los que se enfrenta Lula".
¿Cómo reconocer a un ultraderechista?
El presidente del Gobierno anunciaba un particular test para "reconocer a un ultraderecha". "Hay un método que no falla", afirmaba Sánchez antes de enunciar sus características. "Se opone a cualquier avance social, se opone a la subida del SMI, se opone a subir las pensiones, se opone a reducir la precariedad laboral, se opone al ingreso mínimo vital, diciendo que es una paguita, se opone a la fiscalidad justa, se opone a las políticas de igualdad de hombres y mujeres, niega la evidencia científica que estamos ante un cambio climático", afirmaba Sánchez detallando unas características que coinciden, en buena medida, con los que se oponen a sus políticas.
"Y cuando no consigue bloquear esos avances por vías democráticas, porque la ciudadanía les da la espalda, lo que hacen es oponerse a la democracia y recurrir al asalto de las instituciones democráticas", alertaba Sánchez, tratando de incentivar la alerta "antifascista". Sánchez también sembraba un ambiente de clandestinidad al alertar a los sindicalistas del futuro que les puede esperar. "La ultraderecha siempre ataca a los sindicatos de clase porque saben que son uno de los principales pilares de la democracia", añadía Sánchez.
"Un presidente que cumple"
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, elogió la revalorización de pensiones impulsada desde el Gobierno. "Tú eres un presidente que cumple. Yo sé que a muchos no les gusta que cumplas pero cumples", afirmaba el sindicalista ante una ovación entregada al Gobierno
El líder de UGT expresó sus deseos para este año nuevo: "Necesitamos que subas el SMI", añadía ante Pedro Sánchez mientras que proclamaba que "es la hora de repartir beneficios". Álvarez se dirigía a la Patronal para pedirle que "se siente a negociar el acuerdo de negociación colectiva". "Lo pide todo el mundo. El FMI, la presidente del BCE", terciaba ante un auditorio repleto de sindicalistas.
Aunque la ovación más entusiasta, exceptuando una en recuerdo del recientemente fallecido Nicolás Redondo, fue la que propició el telonero de Álvarez, Mariano Hoya, cuando recordó que Pedro Sánchez sacó a Franco del Valle de los Caídos.