
El Gobierno volverá a vivir una semana desgarradora a cuenta del "sólo sí es sí" aunque, a diferencia de las anteriores, ésta será la última. Moncloa espera cerrar el jueves la aprobación definitiva de la Proposición de Ley para corregir a futuro la norma de Irene Montero tras casi 1000 rebajas de penas.
En el Ejecutivo nadie duda que este asunto les ha abierto en canal durante meses. Algunos ministros reconocen que el Gobierno casi se rompe en enero por las tensiones que se produjeron entre los ministros del PSOE con el ministerio de Igualdad aunque, al final, Irene Montero y Ione Belarra se echaron para atrás cuando vieron que el resto de ministros del socio minoritario no les iban a seguir. Ni Yolanda Díaz, Trabajo; ni Alberto Garzón, Consumo; ni Joan Subirats, Universidades, querían salirse del Ejecutivo por las desavenencias del sólo "sí es sí".
Pero ahora ya nadie oculta que el escenario es distinto. El espacio ha saltado por los aires. Yolanda Díaz ha creado un nuevo partido. Las formaciones de Alberto Garzón, IU, y Joan Subirats, Comunes, le respaldan pero Podemos, con Irene Montero y Ione Belarra a la cabeza, han desatado una guerra contra sus excompañeros por las listas de las generales.
El temor, cada vez más extendido en el PSOE, es que esta batalla se extienda al Gobierno y ambas dirigentes moradas abandonen sus ministerios si no llegan a un acuerdo con Sumar. El detonante puede ser cualquier desavenencia con el resto de ministerios y les podría servir para marcar perfil propio de cara a Yolanda Díaz.
Nunca se plantearon echarlas
Frente a un Podemos que abogaba por romper el Gobierno, en el PSOE nunca se plantearon expulsar a Montero del Ejecutivo. Pedro Sánchez ha comentado a sus más estrechos colaboradores que tiene un compromiso a la hora de llevar hasta el final de legislatura el primer gobierno de coalición de la democracia.
Además, son conscientes que hay una parte muy importante del electorado de izquierdas que penalizará al que rompa el Gobierno pese a que ya no quedan reformas importantes por hacer. El mayor temor durante enero era que se rompiese el Ejecutivo y no se pudiese realizar la reforma de las pensiones comprometida con Bruselas.
El problema principal: la lista de Madrid
En el PSOE ya asumen que las desavenencias entre Yolanda Díaz e Irene Montero "son irreconciliables" porque se extienden al plano personal. El problema es la lista de Madrid. Fuentes socialistas conocedoras de las negociaciones entre Podemos y Sumar aseguran que la vicepresidenta segunda sabrá ser "generosa" tras el 28-M.
Los socialistas saben que la ministra de Igualdad no quiere ir por detrás de Iñigo Errejón en la lista de Madrid. El fundador de Más Madrid exigirá ser el número dos de la lista tras unos comicios autonómicos que podrían revalidar a Mónica García como la segunda fuerza más votada en la Comunidad.
Pese a las desavenencias, en Ferraz cruzan los dedos y esperan que haya acuerdo a última hora. "Es la estrategia negociadora de Podemos", afirman recordando algunos "desastres" como cuando se quedaron fuera de la coalición en Andalucía porque forzaron tanto la negociación que, cuando llegaron a un acuerdo, el registro ya estaba cerrado.

