
El acuerdo de gobierno entre PP y Vox en la Comunidad Valenciana ha permitido a los de Santiago Abascal apuntarse un importante tanto al incluir varias de sus promesas electorales en materia de libertad lingüística, memoria histórica o ideología de género. Este último punto, sin embargo, entraña más dificultades para los de Alberto Núñez Feijóo a la hora de explicarlo, precisamente cuando su máxima aspiración es aglutinar el voto de centro.
Incluir en el texto la expresión "violencia intrafamiliar", en sustitución de "violencia de género o "violencia machista", ha contrariado a cargos del PP que temen ser señalados por haber cedido en exceso ante Vox, cuando ambos partidos se encuentran en un tira y afloja a nivel autonómico para llegar a acuerdos de gobierno. Especialmente preocupados se muestran ante las elecciones generales con una campaña en la que pretenden centrar el tiro en Pedro Sánchez, sus medidas más polémicas y, sobre todo, sus socios de gobierno como Bildu.
"Es importante no distraer al enemigo cuando se equivoca", ha dicho en varios mítines Feijóo, para el que la cuestión de la ideología de género implica desviar el foco hacia la relación que debe entablar con Abascal, sobre todo después de las elecciones generales. Así se explica que, tanto él como su presidente electo en Valencia, Carlos Mazón, se apresuraran a contradecir al número dos de Vox en Valencia, José María Llanos, cuando rechazó la expresión "violencia machista".
Malestar en Vox con el PP
Un toque de atención por parte del PP contra el que se revolvía Santiago Abascal acusando al PP de "seguir" la "campaña repugnante desatada por la izquierda" contra Vox, señalado como partido machista o que no defiende a las mujeres de la violencia que se ejerce contra ellas. En su cuenta oficial de Twitter publicaba además un decálogo con diez medidas propuestas por su partido a favor de las mujeres que situaba como "un buen comienzo para acordar gobiernos de cambios".
Ante la campaña repugnante desatada por la izquierda, y seguida por parte del PP y sus terminales, hemos recopilado algunas medidas que desde hace tiempo proponemos para proteger a las mujeres. Cada día que pasan bajo Sánchez están más amenazadas. Este sería un buen comienzo… pic.twitter.com/dyoHU18JKo
— Santiago Abascal 🇪🇸 (@Santi_ABASCAL) June 19, 2023
El texto incluye la expresión "violencia doméstica", expresión que fue también utilizada por el propio Feijóo en marzo de 2022, apenas diez días después de ser nombrado presidente del PP, para referirse al caso de un padre que mató a sus hijos. Ante el aluvión de críticas por parte de la izquierda, apenas unas horas después matizaba para prometer que "no darán un paso atrás contra la violencia machista".
Idea en la que insistía ayer durante un desayuno informativo en el que afirmaba que "no van a negar la violencia machista" ni "derogarán las leyes que ha hecho el propio PP". "No dejaremos de luchar contra una lacra que cada año deja medio centenar de mujeres asesinadas a manos de sus parejas", añadía.
A la misma hora, Abascal defendía en una entrevista en Telecinco que "claro que hay una violencia contra las mujeres" pero "el género es un concepto ideológico que no compartimos y el sexo, una cuestión biológica". El líder de Vox insistía en reafirmarse en los conceptos "violencia intrafamiliar" o "violencia doméstica" para englobar, tanto la violencia ejercida contra las mujeres, como la que se produce entre parejas del mismo sexo que pueden ser hombres, contra los hijos o contra los padres.
Mensajes cruzados entre Feijóo y Abascal
Ambos fijan posiciones con la vista puesta en el 23-J, tanto para movilizar a sus respectivos electorados, como para dejar claro al adversario hasta qué punto están dispuestos a ceder, en caso de tener que sentarse a negociar para formar gobierno. Feijóo dejaba claro que en su decálogo de primeras medidas, si llega a La Moncloa, está "la lucha por la igualdad y contra la violencia de género", que situaba al mismo nivel de urgencia que cuestiones como recuperar el delito de sedición.
Una vez ya reformada la Ley del Sólo sí es Sí en el Congreso, tras el acuerdo entre PSOE y PP para acabar con la rebaja de penas a violadores y pederastas, el hecho de incidir sobre esta cuestión sólo puede tener como destinatario a Vox para advertirle de que se trata de una línea infranqueable que Feijóo no está dispuesto a sobrepasar.
Para los de Abascal se trata también de una cuestión capital, que forma parte de su ADN político, por lo que será un importante punto de fricción entre ambos partidos, como ha quedado patente en otras negociaciones que se han llevado a cabo en diferentes comunidades autónomas. Más fácil tendrán ponerse de acuerdo en materia económica, libertad lingüística o memoria histórica.

