
La caída de PP y Vox en las encuestas, a menos de un mes del 23-J, ha hecho reaccionar a la derecha ante el riesgo real de que Pedro Sánchez acabe resucitando, de nuevo, gracias a los errores de sus adversarios. Apenas un día después de la rectificación de la extremeña María Guardiola con los de Santiago Abascal, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido los pactos alcanzados con Vox frente a quienes intentan "demonizarlos".
"Dentro de la estrategia del miedo hay otra: demonizar los pactos a los que pueda llegar el PP", ha criticado Feijóo en referencia a Sánchez, durante un acto sectorial sobre sanidad celebrado en Valencia, que ha contado con la intervención del futuro presidente de la Comunidad, Carlos Mazón, en el primer evento que protagonizan juntos desde el acuerdo de gobierno firmado con Vox.
Un escenario propicio para arremeter contra el actual presidente del Gobierno por atacar los pactos PP-Vox cuando ha sido el artífice del acuerdo Frankenstein que apoyó su investidura y que le ha permitido gobernar los últimos años. "Pactar con el mayor populismo y extremismo de Europa -Podemos que ahora ha cambiado de nombre y se llama Sumar y con los independentistas vascos y catalanes-, sí que es un pacto inédito en la UE", ha destacado.
El presidente del PP ha advertido, además, de que "no vamos a recibir ninguna lección de pactos", prometiendo "no renunciar a nuestros principios", además de "respetar el deseo de cambio de los españoles", garantizando la "gobernabilidad" de manera "siempre proporcionada a los resultados en cada comunidad autónoma". Un giro en su discurso después de semanas de choque con Vox y de defender con insistencia que aspira a gobernar en solitario.
Lo ocurrido en Extremadura ha provocado la rápida reacción de Feijóo que ahora pone incluso de ejemplo el gobierno de Mazón para asegurar que "gobernará para todos", para "el conjunto" de los valencianos, advirtiendo contra la estrategia de la izquierda y, en concreto, de Sánchez que pretende "enfrentar a la sociedad española, hacer bloques y establecer bloqueos para que no se pueda gobernar ninguna comunidad si no gana el PSOE".
Feijóo ha regresado así a la estrategia que le dio frutos el 28-M al centrarse en la confrontación con Sánchez, sin nombrar siquiera de manera explícita a Abascal, al que tiende a ignorar para eludir el choque que se ha producido las dos últimas semanas por las descalificaciones de María Guardiola y la postura enrocada de Vox que personificó Jorge Buxadé.

