Begoña Gómez ha desarrollado, bajo el ascenso al poder de su marido y aún presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su negocio de asesoría para captar fondos destinados al desarrollo y la cooperación. Se trata de unos fondos que, principalmente, reparte el Gobierno de su marido. Ese es el epicentro de la formación que ella imparte en la codirección de dos masters que mantiene en la Universidad Complutense. Es más, gracias a esa implantación en la Complutense, ha conseguido otro cargo: directora de una cátedra sin ni siquiera tener titulación universitaria oficial. Esos fondos y la financiación pública a la cooperación fueron igualmente el eje de su otro cargo, ya truncado, como directora del Africa Center del IE. Y, por su fuera poco, Begoña Gómez se vende en redes sociales como asesora para que las empresas u ONG puedan realizar labores de desarrollo, sostenibilidad, cooperación, Agenda 2030 y todo ese largo listado de supuestas actividades subvencionadas con riego de dinero público.
Pues bien, los fondos destinados a ese riego figuran como una de las partidas a mimar por su marido y candidato del PSOE si gana las elecciones de este 23-J. De hecho, uno de los puntos se centra, justo, en el desarrollo de esa función desde las universidades. Justo lo que hace Begoña Gómez.
El programa del PSOE recoge el "compromiso firme con la cooperación internacional por un entorno más próspero, justo y estable" como uno de los puntales de sus promesas políticas.
"La solidaridad y el compromiso con la cooperación internacional es una de las señas de identidad de la sociedad española. Solo mediante la cooperación con otros países podemos hacer frente a los grandes retos globales: desigualdad, hambre, pobreza, y así garantizar también el bienestar de las personas", dice el texto socialista.
El partido de Pedro Sánchez explica que en la legislatura que ya termina el apoyo a estas actividades ha sido notable: "El compromiso del Gobierno socialista con la cooperación también ha sido presupuestario. En 2018, cuando llegamos al Gobierno, la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) representaba el 0,19% de la Renta Nacional Bruta (RNB), en 2022 la AOD representó el 0,28% de la RNB y en el 2023, y en los PGE 2023 se alcanza el 0,34% de la RNB, caminando hacia el objetivo del 0,7% en 2030 recogido en la nueva Ley de Cooperación". Y en la próxima legislatura, si gana el marido de Begoña Gómez, el PSOE seguirá "impulsando el refuerzo presupuestario y caminando hacia el objetivo el 0,7% de la Renta Nacional Bruta en Ayuda Oficial al Desarrollo en 2030, destinando el 10% a Ayuda Humanitaria".
La forma elegida será aplaudida por Begoña Gómez: "Completaremos la reforma de la Agencia Española de Cooperación Internacional-AECID- […]. Completaremos la reforma normativa de la Cooperación Española: Nuevos Órganos de Gobernanza, el nuevo Fondo Español de Desarrollo Sostenible (FEDES), la desburocratización del sistema de subvenciones y el reconocimiento de la labor y la mejora de las condiciones de trabajo de los profesionales de la cooperación, con un nuevo Estatuto de las Personas Cooperantes. Adoptaremos un nuevo Plan Director de la Cooperación Española que apueste por una cooperación estratégica, eficaz y transformadora basada en las alianzas, con un compromiso inequívoco con una agenda feminista y ecologista, y con los derechos humanos". Y, atención, la pieza clave de esta reforma, el PSOE "seguirá impulsando las alianzas con la sociedad civil, el sector privado, la cooperación descentralizada de Comunidades Autónomas y entes locales, y las universidades". Es decir con el área en el que trabaja Begoña Gómez desde el ascenso de Pedro Sánchez al control del PSOE.