La tensión negociadora crece para el PSOE. Si hasta ahora era el rincón catalán el que le generaba quebraderos de cabeza a Pedro Sánchez de cara a lograr los apoyos para su investidura, ahora es también el vasco. El PNV se ha dado cuenta de que los socialistas les llevan a una ratonera donde pueden ser derrotados por Bildu y han reaccionado tensando la cuerda al más puro estilo Puigdemont: "el encaje nacional de Euskadi" debe estar en el pacto con Sánchez. Se trata de la nueva consigna trasladada ya por los de Ortuzar y Urkullu al PSOE.
El presidente del Euskadi Buru Batzar PNV, Andoni Ortuzar, ha endurecido la negociación con Pedro Sánchez a la vuelta del verano. Primero fue Oriol Junqueras con su exigencia de un nuevo referéndum separatista, le secundó Carles Puigdemont dejando clara esta condición tras sus encuentro con Yolanda Díaz. Y el PNV ha decidido subrayar igualmente que su exigencia soberanista también figura en la parrilla de pactos previa a la pretendida investidura del socialista.
Desde el PNV aseguran que esas negociaciones para encontrar los apoyos que necesita Sánchez deberán comenzar por explicarles "los incumplimientos" de la legislatura pasada. Y, desde luego, "va a estar, sí o sí, el encaje nacional de Euskadi en el nuevo marco estatal". Se trata de una frase que ya ha sido trasladada al PSOE. Y que se suma a un contexto de debate interno en el PNV sobre la conveniencia de alejarse del PSOE ante la evidente hermandad que practica con Bildu.
El PNV desmiente al PSOE
Desde el PNV se desmiente la euforia del Gobierno de Pedro Sánchez y se afirma sin miramientos que "las negociaciones serias aún no han comenzado". Desde el PNV señalan que su partido parte del "escarmiento" del trato del PSOE. Que es excesivo el acercamiento y hermanamiento con Bildu. Que evidentemente buscarán una defensa de Bildu. Y que eso les lleva a adoptar una posición más dura porque han "negociado muchas veces" y conocen "mejor que nadie a Pedro Sánchez y al Partido Socialista". Por eso el PNV pondrá la exigencia "territorial" por delante en las negociaciones. Y su exigencia no tiene cabida constitucional. Por todo ello, uno de los sectores más clásicos del PNV, el de mayor contacto empresarial, ha empezado a presionar internamente con un fin: lograr la abstención en la posible sesión de investidura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.
El sector, que no cuenta con apoyo mayoritario pero sí tiene influencia suficiente para provocar debates, incide en la trampa creada por el PSOE para acabar provocando la muerte política del PNV a manos de Bildu. Y, en consecuencia, pide una respuesta estratégica: un alejamiento de Pedro Sánchez que permita a su partido recuperar un hueco político perdido en el propio País Vasco. Y es que el próximo año hay elecciones regionales en esa comunidad autónoma y en ellas se lo juega todo el PNV.
Una postura dura en materia territorial y de exigencia de un reconocimiento nacional del País Vasco podría ser la forma de argumentar esa abstención ante la opinión pública. Porque Sánchez no puede asumir algo que exigiría la reforma completa de la Carta Magna y, por lo tanto, no podría firmar la condición exigida por el PNV.
De imponerse esta estrategia en los nacionalistas vascos generaría, además, una delicada situación para Pedro Sánchez: incluso en caso de que consiga contar con los votos de Puigdemont —cuestión aún en el aire—, su elección por el Congreso como presidente nacional quedaría al filo de un voto. Un único voto que podría ser decidido en el último minuto por algún separatista o por un comunista de Podemos con más ganas de no acudir el día de la investidura al Congreso que de asistir y hacer presidente a Sánchez.
Nadie duda en el PNV de que la balanza se inclina más a favor del PSOE que de otro partido de cara a la investidura del nuevo presidente nacional. Pero el debate no está cerrado. Y el debate cuenta con la interlocución de algunas empresas y de un sector del partido que no deja de alertar de que el PSOE ha metido al PNV en una trampa mortal que acaba en el fin del propio PNV para que sea aplastado por Bildu.