El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles que rechaza la "acción judicial" que se emprendió contra los golpistas del procés en Cataluña. Preguntado sobre si mantiene su compromiso de traer a España al expresidente fugado Carles Puigdemont para ser juzgado, ha sostenido que él siempre defendió que "una crisis política nunca tuvo que derivar en una acción judicial y una judicialización".
Sánchez también ha recordado que cuando se puso en marcha el procedimiento judicial contra los golpistas, incluido Puigdemont, él trasladó su "malestar" al presidente Mariano Rajoy "porque habíamos trasladado a una vía judicial un conflicto que tenía una raíz política".
"Lo que hemos hecho durante todos estos años con enorme esfuerzo y absoluta incomprensión de aquellos que gobernaban España cuando se produjo esta crisis constitucional ha sido tratar de devolver a la política lo que nunca tuvo que salir de la política", ha resumido.
No desmiente a Junqueras
Sánchez tampoco ha querido desmentir al líder de ERC, Oriol Junqueras, que este martes aseguró que la ley de amnistía es cosa hecha. En su rueda de prensa en Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de la ONU acompañado por un séquito de 107 personas, Sánchez se ha negado a responder hasta en dos ocasiones para aclarar si ya ha pactado la ley de amnistía que exigen los independentistas a cambio de su eventual apoyo en la investidura.
Lo que sí ha asegurado es que si es reelegido presidente será "coherente" con lo que ha hecho hasta ahora en Cataluña, donde la pasada legislatura concedió el indulto a los condenados del procés, además de eliminar el delito de sedición y de rebajar el de malversación.
Pero cuando los periodistas le han preguntado si el líder de ERC ha mentido al decir que se acordó la amnistía cuando se pactó apoyar al PSOE para que obtuviera la presidencia del Congreso, Sánchez únicamente ha señalado: "Las conversaciones pueden ser discretas pero los acuerdos son transparentes".
De igual modo, se ha escudado en que ahora es el "momento" del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y por tanto él no hablará hasta que este no fracase en su investidura y Felipe VI le designe a él eventualmente como candidato.
"Ahí hablaré con total franqueza, con total transparencia, sobre cuáles van a ser las líneas maestras de una hipotética administración liderada por el Partido Socialista", ha señalado, adelantando que "será coherente" con lo que se ha venido haciendo en Cataluña. En otro momento, al ser repreguntado si el líder de ERC miente, ha contestado: "No voy a entrar".