El Gobierno está preocupado por los abucheos que Pedro Sánchez puede recibir este año en el desfile militar de la Fiesta Nacional. Primero, trasladó el escenario de autoridades de la Plaza de Lima a la de Neptuno. Se trata de un recinto más pequeño y blindado al público. Una estrategia que ya siguió José Luis Rodríguez Zapatero en sus momentos de menos popularidad.
Más tarde, el presidente del Gobierno en funciones, en su reunión con Feijóo, pidió al presidente del PP "contención" en su "intento desesperado por agitar la calle". Ahora, es la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, la que, de manera preventiva, se blinda ante posibles abucheos que pueden recibir justo cuando la amnistía a Puigdemont y demás golpistas está sobre la mesa de negociación.
"Cada vez que en este país no gobierna el PP, la fiesta nacional deja de ser la fiesta de todos para ser la fiesta del insulto", sentenciaba a la par que pedía "respeto a la fiesta nacional". El Ejecutivo no exhibe pruebas. Sólo esgrime "la estrategia de la confrontación" que estaría llevando a cabo el PP. "Podemos entender el pataleo, la frustración o los berrinches, pero lo mínimo que se exige a una fuerza política como el PP es tener sentido de Estado", señalaba la ministra en funciones.
La fiesta nacional, prevista para este jueves, se producirá sólo un día antes de la reunión de Sánchez con los portavoces parlamentarios de Bildu y Junts en el Congreso. Será la primera vez que el candidato a la investidura se reúna en privado con la formación de Arnaldo Otegi. Hace cuatro años, delegó en la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra.
Prudencia pero sólo para el PP
El Gobierno sigue sin avanzar en la fecha de investidura. Sólo añaden que será antes del 27 de noviembre. Es la fecha límite para someterse a una investidura. De lo contrario, habrá repetición electoral. "Estamos trabajando", afirmaba el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, uno de los principales negociadores, mientras prometía que "cualquier acuerdo" que adopten con los separatistas "será impecable desde el punto de vista constitucional".
Esto mientras trata de consensuar una postura común con respecto a la guerra de Israel con Hamas. En el Gobierno respondían a las críticas del PP, que recuerdan la simpatía de algunos de sus socios con Hamas. "Se esperaría del líder de la oposición que estuviese del lado del Gobierno", afirmaba Rodríguez.
En el Gobierno piden al PP "entidad, seriedad, respeto y prudencia". Unas características que no cumplen sus socios. El exsecretario de Estado del Gobierno y líder del PCE, Enrique Santiago, ha evitado llamar "terroristas" a Hamas. Más llamativa fue aún la presencia de diputados de Sumar, y en especial de Podemos, en la manifestación de este lunes en la Puerta del Sol en la que se gritaron consignas contra Israel y a favor de Palestina.
Preparando la Jura de la Infanta
Estas declaraciones se producían tras el Consejo de Ministros en el que el Gobierno aprobaba la Jura de Constitución de la Infanta, prevista para el 31 de octubre, cuando cumpla 18 años. "Se reafirmará los valores fundamentales de nuestra Constitución", proclamaba Félix Bolaños mientras presentaba el programa de una "ceremonia" que será capaz "de integrar las distintas visiones".
El acto comenzará con una sesión conjunta del Congreso y del Senado en la Cámara Baja. La infanta, tras jurar la Carta Magna y escuchar un discurso de Francina Armengol, presidirá un pequeño desfile militar y asistirá a un evento institucional en el Palacio Real donde dará una pequeña alocución. También intervendrá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Los actos finalizarán en el Palacio del Pardo donde habrá una pequeña celebración familiar a la que asistirá Juan Carlos I.