
El PP asegura que Pedro Sánchez no se ha puesto en contacto, todavía, con el gobierno de Israel, liderado por Benjamín Netanyahu, cuando se cumplen diez días del ataque perpetrado por los terroristas de Hamás contra el país hebreo. Según Borja Sémper, el presidente en funciones tampoco ha recibido la llamada de ningún líder internacional para abordar este asunto, a pesar de que España ostenta la presidencia de turno de la UE.
"No formamos parte de las conversaciones ni de los debates que existen", ha criticado Sémper, para quien "es llamativo" que Sánchez "no se haya puesto en contacto con el presidente de Israel" y que "no haya recibido la llamada de ningún líder internacional", evidenciando con ello que España "no pinta nada" en política exterior, cuando en otras ocasiones ha ejercido de mediador o ha acogido foros para abordar conflictos. Hasta ahora, se conocía que España había sido excluida de la declaración institucional europea a favor de Israel.
Sémper ha afeado la falta de postura oficial del gobierno en funciones, que no ha hablado con ningún otro país, más allá de los encuentros oficiales que puedan celebrarse, como la Cumbre sobre los Balcanes que se celebra este lunes en Albania, a la que Sánchez asiste y donde aprovechará para intentar hablar de este tema con otros líderes como el canciller alemán, Olaf Scholz, y los presidentes del Consejo y la Comisión, Charles Michel y Ursula von der Leyen, respectivamente.
En opinión del PP, la debilidad manifestada por el gobierno se debe a la división que impera en su seno, después de que Sumar haya pedido reconocer el Estado palestino para investir a Pedro Sánchez o que sus miembros se nieguen a reconocer a Hamás como grupo terrorista, además de manifestarse públicamente en la calle a favor de Palestina y en contra de Israel.
"La posición del gobierno está rota, es divergente, choca en el seno del propio gobierno", ha denunciado Sémper, declarándose "preocupado" por la postura de algunos miembros de Sumar respecto a Israel y Hamás. Por ello, ha apelado a la "unidad" en esta cuestión para preservar el "prestigio internacional de España", defendiendo incluso la necesidad de "ir juntos y estar unidos para tener una posición clara e inequívoca en defensa de la legalidad internacional y en la lucha contra el terrorismo".


