El presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, será el encargado este jueves de abrir la sesión en el Senado de la Comisión General de las Comunidades Autónomas, una cita con un solo punto en el orden del día: La aplicación efectiva de los principios de igualdad ante la ley de todos los españoles y de la solidaridad entre las Comunidades. Es decir, un circunloquio sobre la amnistía para los golpistas.
El martes saltaba la sorpresa al anunciar la Generalidad la presencia en la sesión de Pere Aragonès, el segundo de Oriol Junqueras en ERC y titular de la presidencia autonómica catalana. Contra lo que es costumbre en Cataluña, un presidente de la Generalidad iba a participar en un encuentro con otros presidentes autonómicos. Sin embargo, las críticas internas en el separatismo y las objeciones socialistas han modificado la agenda madrileña de Aragonès.
El presidente autonómico de Cataluña será el encargado de abrir la sesión, cuyo orden de intervención se decide por la antigüedad del estatuto de autonomía. Está previsto que su intervención dure unos diez minutos y será íntegramente en catalán. Acto seguido, Aragonès abandonará el Senado. Sin escuchar a sus homólogos y sin debatir sobre la cuestión. La presencia de Aragonès en la Cámara Alta será una especie de incursión sin oportunidad de réplica, una foto para la galería, un aquí te pillo, aquí te mato para salir de nuevo escopeteado en dirección a Barcelona.
Una parte del independentismo acusaba a Aragonès de facilitar la maniobra del PP contra las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez acudiendo a la sesión del Senado. La misma teoría se deslizaba desde el PSOE y en el gobierno vasco. Los presidentes autonómicos socialistas y el nacionalista vasco ya habían anunciado que no comparecería en la Comisión General de las Comunidades Autónomas, por lo que la presencia de Aragonès les dejaba un tanto descolocados. Para no dar marcha atrás por completo, el presidente regional catalán ha optado por un gesto de desprecio a la función del Senado, que tratará de reducir a atril para una soflama separatista a favor de la amnistía y de un referéndum a la escocesa. Quedará retratado el tipo de diálogo por el que abogan los nacionalistas catalanes.