
A calzón quitado. El PSOE y el Gobierno ya no esconden sus relaciones con el partido de Arnaldo Otegi. Tras pactar una moción de censura en Pamplona entre PSN y Bildu, la portavoz parlamentaria del partido de Arnaldo Otegi, Mertxe Aizpurúa, fue recibida este miércoles por la mañana en la zona de Gobierno del Congreso de los Diputados. Una zona habilitada para el Ejecutivo y cuyo acceso está restringido al resto de los diputados, salvo que tengan una invitación.
Dentro, en una de las salas, Aizpurúa se encontró con la vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. A la sazón: los números 2 y 3 del PSOE. El objetivo era hablar de los Presupuestos, según fuentes conocedoras de lo tratado dentro de la sala. Allí, la portavoz de Bildu le mostró las exigencias de su formación con dos carpetas básicas: "Medidas sociales y territoriales".
Desde hace unas semanas, ya se vienen produciendo varios contactos con la formación de Otegi para conocer sus principales demandas y sondearles de cara a la aprobación de los Presupuestos de 2024, que en el Gobierno calculan que podrían presentarse en febrero. Lo que supone un salto cualitativo es su reunión en la zona más noble de toda la Cámara Baja, justo el día que se anuncia un pacto en Pamplona, y cuyo acceso tenía vetado Bildu hasta hace bien poco.
Hasta ahora, las reuniones con Bildu eran llevadas en secreto, centradas más en contactos telefónicos o en otras dependencias más privadas del Congreso de los Diputados. Un ejemplo fue la primera instantánea con Aizpurúa en 2019 en una sala del grupo parlamentario socialista. En aquella foto, los semblantes de los socialistas eran serios. Ahora, se ha pasado a recibirlos en la sala de Gobierno del Congreso de los Diputados.
Los socialistas defienden la moción
El encuentro se producía a las pocas horas del pacto en Pamplona entre PSN y Bildu que permitirá desalojar a la alcaldesa Cristina Ibarrola de UPN y que el proetarra Joseba Asirón ostente el bastón de mando de la capital navarra. Un primer pago de Sánchez tras recibir el respaldo de los 6 diputados de Bildu durante su investidura.
Algún ministro incluso elogiaba el acuerdo. Es el caso del titular de Transportes, Óscar Puente, que aseguraba que "no tiene ningún problema" en que "haya una nueva alcaldía progresista y una menos de derechas". Incluso calificaba a la formación de Otegi como "un partido progresista democrático".
La ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, descartaba que hubiese un acuerdo previo a la investidura. "Lo único que había previamente era un Ayuntamiento absolutamente paralizado", afirmaba en los pasillos del Congreso.
Unas afirmaciones que no se creían ni los socios del Gobierno. Es el caso del PNV, que participa en la moción de censura gracias a su marca blanca en Navarra: Geroa Bai. Aitor Esteban sentenciaba que "lo natural" era que UPN no gobernase tras el 28-M.
El portavoz peneuvista emplazaba a los periodistas a que pregunten al PSOE por qué se produjo este pacto tras las municipales y destacaba que "acto seguido" de las elecciones municipales y autonómicas ya estaban previstas otras, las generales.




