
El Partido Popular apura las últimas horas de campaña apelando a la unidad del voto en la derecha, con el recuerdo de lo ocurrido el pasado 23-J cuando victoria lograda no fue suficiente para gobernar, dada la suma de escaños. Al margen de las consecuencias nacionales y autonómicas que pueda arrojar el resultado en Cataluña, PP y Vox se disputan ser líderes de los partidos constitucionalistas.
Para conseguirlo, el PP se vuelca en esta recta final en pedir la "concentración del voto" porque "la unión multiplica los escaños y la división resta escaños", dijo ayer Alberto Núñez Feijóo durante un acto en Barcelona en el que cruzó la campaña de las catalanas con las europeas al presentar la candidatura de Dolors Montserrat a Bruselas. Todos los dirigentes coincidieron en lanzar el mismo mensaje.
"Salgamos unidos a votar", "concentremos el voto", proclamó Monserrat, jefa además de campaña catalana, después de que Alejandro Fernández dijera en Es la Mañana de Federico, de esRadio, que "la única alternativa al sanchismo es el PP" y que "un gran resultado en Cataluña podría ser la primera piedra del cambio político en España".
Aunque los populares evitan ir al choque directo con Vox, ignorando provocaciones como la de la carta de Abascal a Feijóo, lo cierto es que superar a Vox es uno de los principales objetivos que se han marcado para estas elecciones. El propio presidente del PP habló esta semana de quedar cuartos, es decir por delante de Ignacio Garriga.
Después de las elecciones vascas, en las que Vox logró retener su diputado, el PP espera poder imponerse a los de Abascal para lanzar el mensaje a nivel nacional de que sólo la unión de la derecha permitirá echar a Sánchez de La Moncloa. Con esa idea esperan también ganar impulso en las europeas para dejar patente que el PSOE no tiene suficiente respaldo popular para consumar sus planes.
Vox lucha por ganar impulso
Los de Abascal, por su parte, luchan por romper la idea de que acabarán diluyéndose como Cs. Retener el diputado del País Vasco, sumado a la posibilidad de seguir por delante del PP en Cataluña, les permitiría coger aire después de enlazar varias elecciones a la baja. Para Vox es fundamental superar el umbral del 10% en las europeas, ya bajar de esa cifra en unas nacionales supone pasar casi a la irrelevancia.
Para ganar notoriedad, Vox ha ido al choque con el PP en varias ocasiones. Además de la misiva de Abascal a Feijóo, el líder de Vox ha lanzado duras críticas contra sus socios de gobierno, asegurando que "votar al PP es como votar al separatismo en diferido", empleando la misma fórmula que en las vascas, cuando llegó a compararles con Bildu. Anoche afirmó que "el PP está estafando a los electores".
Provocaciones que no han tenido eco en el destinatario. De hecho, Alejandro Fernández se esfuerza por defender que "su adversario no es Vox", aunque critica que se centren en atacarle. El PP ha concluido que la mejor estrategia para restarles protagonismo es ignorar sus declaraciones, aunque sin dejar de mirarles de reojo cuando apelan constantemente al llamado ‘voto útil’.

