
A los posibles delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios que ya investiga el juez Juan Carlos Peinado, Begoña Gómez podría sumar uno más: el de intrusismo profesional que podría haber cometido en la licitación del polémico software de la Complutense. Así lo entiende el decano del Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática de Andalucía, Pedro de la Torre, que ya ha presentado una queja formal ante el Consejo General para que, "en ejercicio de las funciones" que la Ley le atribuye, ejerza "las acciones que correspondan" contra la mujer del presidente por haber firmado el pliego técnico sin tener la titulación requerida para ello.
"Esta corporación no tiene constancia alguna de que Doña María Begoña Gómez Fernández posea titulación oficial habilitante para el ejercicio en la Ingeniería Técnica en Informática", defiende De la Torre, que recuerda que "la elaboración de pliegos de prescripciones técnicas en este ámbito es una competencia exclusiva de la profesión de ingeniero técnico en Informática, recogida en la titulación oficial habilitante del Grado, como se recogió en su día en el BOE y como se puede consultar en nuestra página web".
"Pero además es que es evidente —dice indignado en conversación con Libertad Digital—. Es como si yo firmo el pliego técnico de una obra del AVE... ¿Qué formación tengo yo para avalar eso?". Según explica, lo normal es que haya dos pliegos, el de condiciones, "que eso sí lo suele firmar personal administrativo, un político o quien sea el responsable" y el pliego de prescripciones técnicas, que es el que impone las restricciones basadas en criterios técnicos objetivos. "Eso es evidente que lo tiene que firmar el técnico de turno. No me explico cómo ha podido hacer esto", insiste.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Ingeniería Técnica en Informática (Conciti) ya le ha respondido indicándole que es el consejo de Madrid el que tiene la potestad para presentar la denuncia, por lo que está a la espera de éste responda a su solicitud: "Si pasado un tiempo prudencial vemos que no emprenden acciones legales, llevaremos el asunto a nuestra Asamblea y, si nuestros colegiados quieren que seamos nosotros los que presentemos la denuncia, así lo haremos. Sería un poco raro que se hiciera desde aquí y no desde Madrid, pero no podemos pasar por alto este tipo de casos".
El pliego firmado por Begoña Gómez
La licitación para el mencionado software se publicó en la Plataforma de Contratación del Sector Público el 11 de septiembre de 2023 y, tal y como ha podido corroborar este periódico, el pliego de prescripciones técnicas aparece firmado exclusivamente por Begoña Gómez con fecha del 25 de julio, es decir, dos días después de las elecciones que servirían para que Sánchez siguiera en la Moncloa. En él se explica que la universidad tiene un proyecto tecnológico de medición de impacto para pymes y se aclara que "la empresa adjudicataria se ocupará de dar apoyo a la implementación del mismo mediante las tecnologías más adecuadas, así como de coordinar y planificar la implementación de los procesos de la herramienta".
Antes de entrar en detalles, la mujer del presidente del Gobierno advierte de que "se trata de un proyecto ambicioso y complejo con multitud de actores y multitud de retos a nivel de concepto y a nivel tecnológico", una afirmación que, según De la Torre, ya choca de lleno con que sea ella —que ni siquiera posee una titulación universitaria homologada— la que determine cuáles son las prescripciones técnicas que deben cumplir las empresas que se presenten al concurso. "¿Qué sabrá esta señora?", insiste.
Junto a la posible responsabilidad penal de Begoña Gómez, el decano del Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática de Andalucía apunta igualmente al Rectorado de la Universidad Complutense de Madrid. "Ella firma el pliego sin tener la titulación, pero el órgano contratante es el Rectorado... ¿Qué control ha tenido aquí?", se pregunta De la Torre, que espera que la comisión de investigación anunciada en la Asamblea de Madrid pueda arrojar algo de luz sobre este asunto.
Un escándalo de principio a fin
El polémico software de la Complutense es uno de los últimos pero más turbios escándalos que salpican a la mujer del presidente del Gobierno. Tras ser nombrada codirectora de un máster y una cátedra sin tener titulación universitaria, Gómez logró convencer a Indra, Telefónica y Google para crear de manera totalmente altruista una aplicación para que las pymes pudieran medir el grado de cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
Las tres empresas invirtieron 150.000 euros, pero, ante el temor a un posible conflicto de intereses, todas ellas decidieron retirarse del proyecto en 2023, lo que llevó a la Complutense a convocar un concurso público para que fuera otra compañía la que terminase el trabajo que ellas habían empezado. La licitación la terminó logrando Deloitte, pero lo curioso de todo este asunto es que Begoña Gómez decidió registrar la aplicación a su nombre —y en su domicilio particular— e incluso creó una empresa para poder explotarla.
De esta forma, tal y como apuntaban el pasado lunes fuentes jurídicas consultadas por LD, "Gómez podría haber cometido delitos de malversación, malversación impropia o apropiación indebida". No en vano, la norma que en 2016 vino a regular las cátedras como la de Begoña Gómez dejaba claro que este tipo de trabajos se consideran "donaciones" a la universidad y no a los directores.




