
Marta Rovira, secretaria general de ERC, y Pere Aragonès, presidente de la Generalidad en funciones, se han adherido este miércoles al manifiesto promovido en el partido republicano con el que hasta el 10 de junio era su presidente, Oriol Junqueras. El manifiesto se presentó el domingo por la tarde como una iniciativa que suscribían trescientos cargos y militantes de ERC, pero en los dos últimos días se ha más que doblado el número de firmantes. Ya son 700 los miembros del partido que han dado la cara contra Junqueras, quien dejó la presidencia de la formación con el propósito de escuchar a la militancia y volverse a presentar al cargo.
El manifiesto aboga por una dirección "más coral y colectiva, transparente y con mayor participación de la base, de la estructura territorial y de los activos municipalistas". También apunta hacia "una ineludible transición interna tranquila que debe ser la semilla para un nuevo impulso que dibuje un futuro inmediato ganador. Con generosidad, apertura y voluntad inclusiva y no excluyente. Con unidad interna y contando con el enorme capital político acumulado en los últimos años".
Marta Rovira, que se había resistido a suscribir el documento, ha señalado este miércoles al aportar su firma que el documento no va contra nadie y que Junqueras no aparece citado en él. Sin embargo, Junqueras se ha dado por aludido y ha pedido reconducir el debate hacia los órganos del partido: "Los debates internos se tienen que hacer internamente y ERC tiene órganos como el congreso nacional que es donde se tratan estas cosas. Los trapos, estén sucios o limpios, siempre es mejor lavarlos y tenderlos en casa". En una entrevista en la emisora Rac 1, del grupo Godó, Junqueras ha asegurado además que comparte las líneas generales del manifiesto.

