
No hubo guante blanco. Alberto Núñez Feijóo no aflojó su presión al Gobierno pese al acuerdo sobre el CGPJ. Ante un Sánchez muy serio que sólo atinó a darle la bienvenida al líder de la oposición "al acuerdo" y al "cumplimiento de la Constitución". El presidente del PP aseguró que lo firmado este martes en Bruselas lo podría haber rubricado un año antes y lanzó la pelota al tejado del Gobierno.
"Lo que ha cambiado es que las instituciones europeas le han obligado a firmar", sentenció mientras que celebró que el acuerdo "no es para ayudarle" sino para "poner límite a la voracidad" sanchista sobre la justicia. Incluso tirando de ironía preguntó a Sánchez si "ahora que ha pactado" se ha "vuelto de extrema derecha".
Los 3 puntos de Feijóo
Feijóo le pidió extender el pacto a tres puntos. El primero, que dimita el fiscal general de Estado, Álvaro García Ortiz, "por sus escándalos, presuntos delitos y por ser el presunto abogado de su familia", ya que está al borde de la imputación por filtrar datos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
El segundo punto, decirle a los miembros progresistas del Tribunal Constitucional que abandonen la "obediencia debida", que "dejen de manosear al Supremo y dejen de exculpar a los condenados socialistas" del caso de los ERE.
El tercer punto, que dé explicaciones ante los medios de comunicación sobre "todo lo que está saliendo de su familia y su entorno". "Explique los chalets, las residencias, los contratos, los viajes, los lujos", aseguró Feijóo en referencia al casoplón del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y por el que apenas pagó alquiler.
Sánchez, visiblemente nervioso, respondió con un lacónico "para usted la perra gorda" y deseó que "ojalá sea el primero de otros muchos acuerdos". A partir de ahí, el presidente del Gobierno se puso a leer un papel sobre los logros de su Gobierno en materia social para demostrar que "gobiernan para la mayoría". Los nervios se dejaban notar en su mano temblorosa.


