Tras la ruptura de los gobiernos, en el PP no hay temor. "Tranquilidad" es la palabras más repetida. Pese al ultimátum de los de Abascal, en los rostros populares solo había gestos relajados. Los gobiernos de Aragón, Castilla y León, Extremadura, Murcia y la Comunidad Valenciana son los que están en el punto de mira desde hace días, aunque su fractura ha explotado después de que el PP diera el visto bueno al reparto de menores no acompañados en la Conferencia Sectorial convocada en Tenerife este miércoles.
Fuentes cercanas a la dirección nacional del PP aseguran que "si uno no está cómodo en casa, tiene que hacer lo que considere oportuno", abriendo la puerta, sin ningún reparo, a que Vox se sitúe en la oposición, un movimiento que no les preocupa, pese a quedar en minoría. A la tranquilidad ayuda que los cinco gobiernos autonómicos tienen aprobados sus Presupuestos para 2024.
El primer presidente autonómico en reaccionar a la decisión de Vox ha sido el valenciano Carlos Mazón quien ya ha decretado el cese del vicepresidente y los dos consejeros de Vox en el Gobierno valenciano. En Baleares la mayoría absoluta se sitúa en 30 escaños, cinco por encima de los que posee el Partido Popular. Vox ya ha protagonizado escenarios de descomposición y crisis internas entre los 8 diputados que la formación de Santiago Abascal logró el 28-M. En Castilla y León habrá elecciones en 2026, por lo que su presidente Alfonso Fernández Mañueco tendrá que decidir si continuar con su gobierno en minoría, recibir el apoyo del PSOE o convocar unas nuevas elecciones.
El Ejecutivo autonómico de Jorge Azcón ya ha manifestado que anunciará en las próximas horas la reestructuración del Gobierno en Aragón. Tan solo un año después y siendo uno de los pactos de gobierno autonómico que más complicado fue de cerrar, el gobierno de Extremadura salta por lo aires. Allí Vox no tiene vicepresidencia, aunque si cuenta con la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural liderada por Ignacio Higuero. En Murcia, su presidente Fernando López Miras ya está pensando en el relevo de los dos consejeros y los 7 directores generales.
Los de Abascal han sido claro: "la ruptura será en bloque", en referencia a los gobiernos regionales, aunque por el momento se desconoce cuál será la suerte que correrá en los más de 140 ayuntamientos donde también comparten gobierno PP y Vox.
Altos cargos del Partido Popular reconocen que han intercambiado conversaciones con los presidentes autonómicos, que ya estarían preparando el terreno para el próximo escenario, tras la dimisión de los vicepresidentes y de los consejeros, al tiempo que señalan la presencia de algún díscolo que si estaría dispuesto a mantener su cargo. Una posibilidad que no solo contemplan los populares. Los socialistas creen que hasta cinco consejeros de Vox podrían mantenerse en sus asientos, según informa Rubén Fernández. Los datos que manejan en Ferraz es que en varias autonomías, algunos consejeros de Vox son independientes y no poseen carnet de partido, por lo que podrían optar por permanecer en los ejecutivos regionales. Sobre este asunto, Vox asegura que nadie se ha manifestado en contra de la postura adoptada por Abascal.
En medio de este cisma, el Partido Popular considera incomprensible este movimiento de su socio natural. Defienden su postura adoptada en relación a la acogida de menores no acompañados. "No estamos ni en el si a todo del Gobierno, ni en el no a todos que dice Vox", deslizan fuentes populares, manteniendo que es necesario una dotación económica para afrontar la crisis migratoria. Una inversión que reclaman al Ejecutivo central.
Lejos de replicar los señalamientos lanzados por el líder de Vox contra Núñez Feijoo culpándole de ser el "responsable" de la ruptura de estos cinco gobiernos autonómicos, en el Partido Popular evitan entrar en la confrontación. "Lo que me preocupa es ser coherente con lo que uno piensa", aseguraba Feijoo en los pasillos del Congreso de los Diputados.