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Onuart, la polémica fundación de Zapatero: 17 años de subvenciones públicas plagadas de irregularidades

Sánchez le concederá otra ayuda de 1,5 millones para arreglar la cúpula de Miquel Barceló a pesar del demoledor informe del Tribunal de Cuentas.

Sánchez le concederá otra ayuda de 1,5 millones para arreglar la cúpula de Miquel Barceló a pesar del demoledor informe del Tribunal de Cuentas.
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero dirige actualmente el órgano consultivo de la fundación Onuart | Europa Press

Mientras José Luis Rodríguez Zapatero vuelve a jugar un papel fundamental en la última victoria de Nicolás Maduro con el exilio de Edmundo González, el Gobierno de Pedro Sánchez se prepara para desembolsar una millonaria subvención -otra más- a su polémica fundación. Creada exprofeso en 2007 para hacerse cargo de la remodelación de la Sala de los Derechos Humanos de la ONU -cuya cúpula se encargó al artista Miquel Barceló-, Onuart se ha visto envuelta desde entonces en un sinfín de escándalos denunciados incluso por el Tribunal de Cuentas. Sin embargo, eso no ha impedido que el Gobierno de Pedro Sánchez haya tramitado una nueva subvención de hasta 1,5 millones de euros, encaminada a "sufragar los gastos derivados de la ingeniería y la intervención plástica" que requiere su remodelación.

Según adelantaba el sábado El Confidencial, el Ejecutivo abrió en agosto un procedimiento de consulta previa online, tal y como está obligado cuando no efectúa una convocatoria pública. El mes elegido no deja de llamar la atención, por cuanto se trata del mes de vacaciones por excelencia de los españoles, lo que desincentiva la participación ciudadana. A continuación, inició el procedimiento de audiencia e información pública, que concluyó el pasado viernes.

Con todo, esta nueva subvención se suma así a los 11.504.900 euros que el Gobierno de España ya desembolsó entre 2007 y 2011 para la instalación de la cúpula de Miquel Barceló y la remodelación de la sala; una cantidad que disparó un 130% el presupuesto inicialmente previsto y que ha sido objeto de innumerables críticas por parte de los organismos que velan por la buena gestión del sector público.

Una fundación ad hoc

La creación de Onuart se remonta 2007. Aunque Zapatero fue nombrado presidente de su Consejo Consultivo hace seis meses, el socialista ha estado vinculado a ella desde sus inicios. Con él como presidente, el 28 de febrero de 2007, España suscribió un acuerdo con la ONU por el que nuestro país se comprometía a "contribuir a la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra con una obra de arte de un artista español y con la remodelación, renovación y modernización de la sala de conferencias en la que dicha obra quedaría incorporada".

La supervisión, ejecución y financiación total del proyecto correspondía a España, previéndose que dichas tareas podrían ser realizadas a través de una Fundación ad hoc, sin ánimo de lucro. El coste estimado de las obras de remodelación de la sala se calculó en 4 millones de dólares (aproximadamente 3.028.000 euros), pero, tal y como reprocharía después el Tribunal de Cuentas, "el Acuerdo no recogió previsión alguna en relación con el coste de la obra artística".

Apenas dos meses después, se constituía la polémica fundación ONUART, como organización de carácter privado, sin ánimo de lucro, y con el objeto principal de "promover la presencia del arte español en el ámbito de las Naciones Unidas y de otros foros multilaterales con sede en Ginebra". Sin embargo, "no hay constancia de documentación que justifique la asunción por parte de la Fundación del proyecto a que se refiere el Acuerdo suscrito entre España y la ONU".

Los fundadores de Onuart fueron el propio Ministerio de Asuntos Exteriores (MAEC), la Caja de Ahorros de Cataluña, la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona, Repsol, Telefónica y otras entidades privadas. La presidencia del Patronato recayó en el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, objeto de numerosas críticas por parte del del órgano fiscalizador.

El demoledor informe del Tribunal de Cuentas

En el ejercicio 2007, Exteriores transfirió a la fundación un total de 2.962.700 euros, mediante aportaciones aprobadas por Acuerdo de Consejo de Ministros: "El primero de dichos Acuerdos, anterior en cuatro días a la fecha de constitución de la Fundación, incluye una aportación de 500.000 euros financiada irregularmente con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo. Las restantes aportaciones de dicho ejercicio, por importe de 2.762.700 euros fueron tramitadas indebidamente como contribuciones voluntarias a organismos internacionales".

Tras algunas demoras, el 18 de noviembre de 2008 se formalizaba en Ginebra el acto de entrega de la sala, pero Las aportaciones del Gobierno a la fundación continuaron anualmente hasta 2011. "En la tramitación de la concesión de las subvenciones se han observado deficiencias relativas al presupuesto del proyecto, los gastos subvencionables y las previsiones de financiación -reiteraba el Tribunal de Cuentas en su informe de 2013-. No hay constancia de que la Fundación presentara al MAEC un presupuesto pormenorizado por partidas del proyecto a subvencionar".

Fruto de esta falta de previsión, el gasto inicialmente previsto comenzó a dispararse. En 2008, Exteriores reconoció que el coste actualizado del proyecto ascendía aproximadamente a 16.650.000 euros, algo que también sorprendió al organismo por entonces presidido por Ramón Álvarez de Miranda: "Dicha cifra no estaba basada en un presupuesto detallado de los costes de ejecución de la obra, sino que se corresponde con los presupuestos de la Fundación para los ejercicios 2007 y 2008". En este sentido, el Tribunal de Cuentas alertaba, por ejemplo, de que en dicho importe estaban incluidos "gastos corrientes de la Fundación y otros gastos asociados al proyecto, no recogidos expresamente en el Acuerdo suscrito".

A pesar de las irregularidades detectadas, la fundación Onuart siguió engordando sus gastos hasta que, en 2011, presentó un escrito en el que aseguraba que el coste alcanzado por el proyecto ascendía a 20.375.387 euros. "No se incluía detalle por partidas ni explicación alguna sobre las desviaciones producidas", matizaría después el informe de Álvarez de Miranda. De esa cifra, Exteriores aportaría finalmente 11.504.900 euros, lo que supondría una desviación del 130% de lo que preveía en 2008. Además, la participación del Ministerio dirigido por Moratinos en el proyecto pasó del 30% del presupuesto de ejecución al 56%.

Con todo, la conclusión del Tribunal de Cuentas no pudo ser más clara: "La realización del proyecto por la fundación supuso de hecho que la Administración no tuviera ningún control sobre la obra, manteniéndose, sin embargo, en ejecución del Acuerdo suscrito, su obligación de hacerse cargo del coste del proyecto, cualquiera que fuera, en la parte no cubierta por patronos y colaboradores privados, y sin dotación presupuestaria específica para ello".

Nuevas denuncias en 2017

Unos años más tarde, el 26 de septiembre de 2017, el propio Álvarez de Miranda fue llamado a comparecer en la Comisión Mixta para las relaciones con el Tribunal de Cuentas del Congreso de los Diputados. Allí, no solo reiteró punto por punto todo lo anterior, sino que, además, hizo énfasis en otras irregularidades_ "En cuanto a la justificación de la subvención, en la correspondiente a 2008 hay justificantes por 90 000 euros, que no coinciden con la finalidad para la que se concedió la subvención, y hay facturas en concepto de pagos de honorarios al artista por importe de 1,5 millones de euros, cuya procedencia no ha podido determinar".

Respecto al primer punto, el órgano fiscalizador se refería a tres facturas que se correspondían con la fiesta de inauguración, la edición de un videoclip y el programa de comunicación de la Fundación, que se llevaba la mayor parte (más de 70.000 euros), y que no respondían a la finalidad específica para la que se había concedido la subvención.

Además, el Tribunal de Cuentas también hacía alusión al peculiar contrato suscrito entre la fundación y el artista, que estableció en concepto de honorarios un importe neto de cinco millones de euros, comprometiéndose, además, a abonar todos los impuestos aplicables al artista derivados de dichos honorarios. Con todo, según Onuart, Miquel Barceló habría recibido un total de 8.771.929,84 euros, de los que exteriores habría aportado casi la mitad. Lo escandaloso es que, tal y como reconoció el órgano fiscalizador, "no se ha podido comprobar si el referido importe se corresponde con los impuestos abonados por el artista por los honorarios recibidos de la Fundación, al no haberse aportado las correspondientes liquidaciones de IRPF".

Acercamiento a China

Entre 2009 y 2014, la fundación Onuart no tuvo actividad alguna y, desde entonces, esta se ha limitado al concierto anual por los Derechos Humanos que tradicionalmente se celebra en el Palacio de la ONU en Ginebra y otros similares, así como a unas jornadas sobre Inteligencia Artificial organizadas en 2022.

Así lo refleja su página web que, sin embargo, está totalmente desactualizada. Según desvelaba hace unos días en El Confidencial Ignacio Cembrero, colaborador de esRadio, este año dicha charla se trasladará a China, concretamente en Chengdu. También lo hará el tradicional concierto del Día Mundial de los Derechos Humanos, a pesar de que la dictadura comunista no los respeta. Todo como consecuencia del acercamiento que Zapatero ha protagonizado con la dictadura comunista desde que se involucró en la mediación entre el régimen y el Grupo de Puebla.

En los últimos meses, el expresidente no solo ha viajado a China, sino que también habría organizado varios encuentros empresariales y políticos en Madrid. Entre ellos, una reunión entre representantes del Partido Comunista Chino y parte de la cúpula del PSOE, incluidos María Jesús Montero y Santos Cerdán.. Precisamente este sábado, el presidente Pedro Sánchez ha iniciado un viaje de cinco días a Pekín y Shanghái.

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