
Fue una de las frases más comentadas durante el discurso de Pedro Sánchez ante el Comité Federal del PSOE. El jefe del Ejecutivo amenazó con seguir gobernando "con o sin el legislativo". Una frase que en Ferraz enmarcaron como respuesta a Junts y que llevaba implícito el reconocimiento de su debilidad parlamentaria.
En el Gobierno reconocen que las relaciones con los socios no son las mejores y defienden la frase del presidente del Gobierno "si se encuentran una negativa permanente". En Moncloa creen que, pese al continuo reguero de derrotas parlamentarias, la legislatura "no acaba ahí" y abren la puerta a gobernar a base de "decretos".
Se trata de normas con rango de ley que, según el artículo 86 de la Constitución, deben aprobarse por el Consejo de Ministros cuando haya una "extraordinaria y urgente necesidad". Suelen entran en vigor cuando se publica en el Boletín Oficial del Estado, salvo que se estipule otra fecha, y deben ser sometidas a "debate y votación de totalidad" en el Congreso "en el plazo de los treinta días siguientes a su promulgación".
El problema es que, en ese plazo, los diputados deben pronunciarse sobre su convalidación, con mayoría simple, o derogación. Es decir: aunque evite presentar Proyectos de Ley, la agonía parlamentaria de Sánchez no acabaría con los decretos ya que seguiría dependiendo de sus socios, con plenos tan angustiosos para el Ejecutivo como el del pasado mes de enero cuando, para convalidar un decreto anti-crisis tuvo que ceder la política migratoria a Cataluña para conseguir el respaldo de Junts. Por eso, en el Ejecutivo barajan otras alternativas que no necesiten convalidaciones como pueden ser órdenes ministeriales.
Un recorte de 11.500 millones
La debilidad de Sánchez se palpa en cada acción. Este martes, en el Consejo de Ministros en el que se volvía a aprobar el techo de gasto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, prometía que "el Gobierno de España va a presentar los Presupuestos ya sea con la senda aprobada hoy o con la anterior que estaría vigente".
Conscientes de la posible oposición de Junts, que ya tumbó el mismo techo en julio, en el Gobierno centran toda su artillería en tratar de conseguir el respaldo del PP, amenazando con "un ajuste" a las comunidades autónomas y ayuntamientos de 11.500 millones en los dos próximos años si no sale adelante la senda de déficit. En Hacienda creen que los Ejecutivos regionales, donde el PP gobierna 11, serán los más perjudicados ya que, en este ejercicio, la regla de gasto volverá a estar vigente.
Discrepancias entre PSOE y Sumar
Tampoco parece que exista mucha armonía en el seno gubernamental pese al intento de presentar las Cuentas pase lo que pase con el techo de gasto. En la misma rueda de prensa, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, pedía más impuestos a los yates y reconocía "ciertas discrepancias" en materia impositiva con el sector socialista que no "iban de subir impuestos sino de quien paga impuestos".
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interrumpía lo que estaba escribiendo y arqueaba la ceja ante la afirmación de la líder de Sumar. No tardaba en responderle para recordarle que habían aprobado impuestos a la Banca o a las energéticas y que la "carga progresiva" ya existe.

