
Aunque en los mentideros de RTVE ya hace tiempo que se esperaba un decretazo para solventar una batalla por la presidencia que parecía no tener fin, lo cierto es que nadie auguraba que el Gobierno fuera a ir tan allá. El nuevo sistema de elección del Consejo de Administración -que otorga de facto todo el control al PSOE y sus socios- soliviantó ayer tanto a la oposición como a los sindicatos independientes de la corporación. Lo que ni unos ni otros esperaban tras el anuncio es que la letra pequeña del real decreto fuera a agrandar aún más si cabe el escándalo.
Tal y como los propios trabajadores han advertido a Libertad Digital, el texto completo que circula por la corporación confirma la politización absoluta de RTVE y, lo que es peor, la entrega de todo el poder al presidente que Moncloa imponga. En primer lugar, "se cargan el proceso para seleccionar a los miembros, que vuelve a estar en manos de los políticos", advierte José Carlos López, secretario general de USO en RTVE. Se trata de algo que ya ha rechazado abiertamente el Consejo de Informativos, que este martes ha pedido en un comunicado mantener un "concurso de méritos" para la elección de los consejeros. Pero, además, se impone un sistema "presidencialista, con un Consejo prácticamente asesor".
Así, a falta de que el texto se convalide en el Congreso, el nuevo articulado ignora el "examen" que tuvieron que pasar los últimos consejeros -y que, por otro lado, no ha impedido que Concepción Cascajosa se convirtiera en presidenta a pesar de quedar en el puesto 86 de 95 candidatos- y otorga al presidente un poder nunca visto, que es lo que ahora mismo más preocupa a los sindicatos independientes. "Es un administrador único encubierto, con un Consejo de Administración que va a ser un mero espectador", apuntan otras fuentes consultadas por LD.
Los puntos más polémicos
Así, en la propuesta de modificación del artículo 20, se establece que entre las funciones de este último estará "nombrar y cesar al equipo directivo de la Corporación RTVE", algo que hasta ahora debían acordar todos los consejeros. Además, el presidente también podrá "aprobar la organización básica de la Corporación de RTVE y sus modificaciones" y aprobar todos los contratos que no superen los dos millones de euros anuales.
"Ni siquiera ya el millón y medio que puso Tornero… ¡Dos millones de euros!", se quejan las ya mencionadas fuentes, que advierten de lo que realmente esconde este interés del Gobierno en controlar RTVE. "Su preocupación ahora mismo no es el mensaje, porque eso ya lo tienen controlado con más o menos sutileza, pero no hay que olvidar que aquí hay mucho en juego. Sin ir más lejos, el grupo Prisa quiere poner en marcha una televisión y eso necesita financiación. RTVE siempre ha sido una fuente de ingresos para las productoras afines", deslizan en referencia al aluvión de contratos que la corporación ha concedido tanto a Lacoproductora de Prisa, como a otras amigas.
Junto a todo lo anterior, tampoco esconden su preocupación por el gasto extra que la reforma va a suponer para las arcas públicas: "Hasta ahora, los consejeros solo cobraban las dietas. Ahora, con la dedicación exclusiva que se les exige, cobrarán un sueldo, y ya no son 10, sino que serán 15, por lo que habrá que ver cuánto supone eso".
El porqué de este decreto
Respecto al golpe de timón, unos y otros tienen claro que el decretazo es fruto de su fracaso en imponer la renovación de Cascajosa y controlar la gestión. Hace unas semanas, la actual presidenta -sabedora de que no contaba con los apoyos suficientes- maniobró para suspender la votación ante el temor de que lo que se aprobase fuera una presidencia rotatoria. "De haber sido así, se hubiera hecho por edad, y dado que Ramón Colom no podía ser por cuestiones personales, el primero hubiera sido Medem y en Moncloa son muy conscientes de que él va por libre", apuntan.
Así, a la espera de que el real decreto sea convalidado en el Congreso, el Gobierno negociará con sus socios el nombramiento de 11 de los 15 consejeros, los que corresponden a la Cámara Baja. Según Óscar López, negociarán con todos los partidos salvo con Vox, aunque la posibilidad de que los elegidos lo sean por mayoría absoluta en segunda vuelta les permite dejar de lado al Partido Popular, que tendrá que conformarse con los 4 que se eligen en el Senado. De esta forma, Sánchez se garantiza el control absoluto de RTVE, en lo que no es sino un paso más en la colonización de las instituciones que inició tras su llegada a la Moncloa.



