El presidente del Gobierno ha pretendido sacar pecho con un plan de ayudas a los afectados por las inundaciones de la Comunidad Valenciana de 10.600 millones de euros. Lo cierto es que ese plan se ha ligado a la aprobación de los Presupuestos que Sánchez negocia con los separatistas y proetarras. Lo cierto es que ese plan será de muy difícil aplicación por las dificultades burocráticas. Lo cierto es que Sánchez nunca ha ejecutado, ni mucho menos por completo, sus planes de ayudas como los del volcán de La Palma. Y lo cierto, además de todo ello, es que, incluso aplicándose por completo, quitadas las líneas de crédito que hay que devolver, sobre un colectivo de 400.000 afectados, las ayudas quedarán en una media máxima de 14.000 euros Todo ello para restaurar una vida y actividad arrasada por completo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este pasado martes que el Consejo de Ministros había aprobado un "primer paquete de medidas por importe de 10.600 millones de euros, destinadas a ayudar a los hogares, empresas, autónomos y ayuntamientos de los 78 municipios valencianos, castellanomanchegos y andaluces golpeados por la DANA", según la versión oficial de Moncloa. "Un listado que podrá ampliarse a otros municipios y comunidades autónomas, en función de las necesidades", añadió. Es decir: podrían ser más los receptores entre los que repartir los teóricos fondos.
"Entre las medidas, se incluyen ayudas directas a los ciudadanos y empresas, moratorias y exenciones fiscales, medidas en materia de seguridad social, líneas de avales, créditos ICO y ayudas a las administraciones locales, entre otras", señalaba el texto oficial. Y efectivamente es así, hasta el punto de que la mayor partida la componen créditos a devolver: 5.000 millones en avales de líneas ICO.
El número de afectados puede aún crecer. Pero la organización ATA ha calculado ya que en los municipios más afectados operaban unas 54.200 empresas, que daban trabajo a 355.000 empleados. Un colectivo al que habría que sumar 51.000 trabajadores por cuenta propia. Todo ello, más pérdidas de vidas, inmuebles, coches, enseres, o incapacidades, etc.

