
Santiago Abascal tomó las riendas de Vox apostando por la "regeneración" y la unidad de España. Diez años más tarde voces críticas del partido aseguran que esa voluntad se ha ido perdido por el camino sustituyendo el afán por el cambio por una simple supervivencia. "El futuro de Vox vendrá por mantener entre 10 y 13 diputados residuales y tener un puesto vitalicio", deslizan fuentes fundadoras del partido consultadas por Libertad Digital, que critican el escaso papel que aspira tener la formación.
La hemorragia interna en la dirección nacional de Vox con las salidas de Iván Espinosa de los Monteros, Juan Luis Steegmann o Víctor Sánchez del Real se expande en el resto de territorios donde Vox en mayor o menor medida tiene representación. Precisamente este lunes, la dirección nacional de Vox ha mantenido una reunión en la sede de Bambú con los presidentes provinciales. Desde Vox defienden que este tipo de encuentros se hacen como mínimo dos veces al año por lo que lo enmarcan en la normalidad.
"Vox está sufriendo una sangría de afiliaciones" asegura un exdirigente autonómico de Vox. Según estas fuentes en ciudades como Zaragoza el número de afiliados "ha bajado de 4.000 a 1.200", señalan y añaden que son "cifras aproximadas ya que no paran de bajar". Lo mismo ocurre en Ceuta donde reconocen que "se han perdido afiliados por un tubo".
La descomposición
Ceuta es una ciudad con muchas particularidades al tener en torno al 55% de la población musulmana y una frontera internacional con Marruecos. Sin embargo, ante una situación asoladora con "el grupo roto, menos influencia y peso mediático" sorprende la inacción y la falta de respuesta por parte de la dirección nacional, incluso cuando hay falta de transparencia en las cuentas del partido con pagos a asesores judiciales y a empresas creadoras de encuestas electorales beneficiosas para Vox a espaldas de los propios diputados.
Fuentes consultadas por Libertad Digital coinciden en que "no hay gente con fuste ideológico" y hay "falta de liderazgo". Unas carencias que conoce la dirección nacional al tener una estructura "muy vertical" y que se desentiende de lo que sucede en los territorios. Los enfrentamientos entre las dos facciones en Vox Aragón, por el control de las listas y el poder, dejaron al partido como "una ballena varada en la playa" en las elecciones autonómicas de 2023 que se extiende hasta ahora. Una situación muy similar a la que se vive en Cantabria donde el partido está al borde de la ruptura total tras resquebrajarse el grupo parlamentario en dos y darse de baja el ya exportavoz de Vox en el Parlamento de Cantabria y ahora parlamentario no adscrito, Cristóbal Palacio.
En Vox Baleares también viven una crisis interna permanente tras la rebelión de varios diputados que expulsaron a los dos fieles a Santiago Abascal. Los diputados Idoia Ribas y Sergio Rodríguez mantienen un constante pulso con la cúpula nacional del partido que incluso empujó a este sector más crítico a crear Avanza en Libertad, una asociación cultural con la misma ideología de Vox. Pocos meses después de que Manuela Cañadas fuera designada portavoz de Vox en el Parlamento balear, vuelven las graves acusaciones entre compañeros que hacen reconducir al grupo a una situación que sacude el partido en las Islas.
La descomposición de las organización territoriales es una realidad. "El proyecto está muerto" lamentan, al tiempo que sostienen que "todo empezó tras las andaluzas" cuando el partido fracasó al quedarse por debajo de las expectativas.
"Hipocresía" en Vox
La última cifra facilitada por la dirección nacional del partido ya apuntaba a que en 2023 Vox había perdido más de la mitad de sus afiliados en un año pasando de los 60.000 a los 32.000 inscritos. Unos datos que podrían ser aún más bajos tras la ruptura de PP y Vox en los cinco gobiernos autonómicos. Un momento que las fuentes consultadas tachan de "incoherente e hipócrita" ya que ahora que están fuera de los Ejecutivos y sin apenas poder se habla de facilitar la aprobación de los Presupuestos regionales bajo los mismos condicionantes que cuando PP y Vox eran socios de coalición en Aragón, Castilla y León, Murcia, Extremadura y Valencia.
Tachan las declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal en las que equipara al Partido Popular y al Partido Socialista como "puro electoralismo" ya que, recuerda, PP y Vox siguen juntos en una centena de ayuntamientos. "Si son lo mismo, ¿qué hacemos gobernando con el PP?", se preguntan al tiempo que critican a la contradicción e hipocresía que se percibe en el partido.
Quienes dentro de Vox no viven exclusivamente de la política y mantienen sus profesiones coinciden en que "la naturaleza de la política es muy tenebrosa" viendo en muchos casos como a dirigentes de Vox "les mueven otros intereses, sobre todo los económicos, en vez de los ideales".

