Este pasado lunes ha comparecido en la comisión de investigación del Senado José Antonio Álvarez Fernández, director del Aeropuerto de Barajas la noche en la que Delcy Rodríguez aterrizó en la terminal madrileña. Era la noche del 19 al 20 de enero de 2020. La siguiente noche, el ministro de la narcodictadura venezolana Félix Plasencia —que viajó en el vuelo de Delcy Rodríguez— acudiría junto a Víctor de Aldama, Begoña Gómez y Javier Hidalgo a los actos de Fitur. Aldama, de hecho, estuvo junto a Koldo García y José Luis Ábalos en la recepción en Barajas a la mano derecha de Nicolás Maduro.
El objetivo de la comparecencia era esclarecer todos los interrogantes de ese viaje -rodeado de opacidad por el Gobierno hasta el punto de que a estas alturas no se han visto las imágenes de Barajas de lo ocurrido-. Pero el PSOE decidió seguir con esa línea de opacidad y buscar el aval de José Antonio Álvarez al rescate de Air Europa. Una curiosa actitud porque, de facto, el Partido Socialista ha vinculando el viaje de Delcy con el rescate a la aerolínea, algo que puede deducirse de la información obtenida por la UCO, pero no había sido asumido hasta el momento por los socialistas.
Marlaska, señalado de nuevo
Ábalos, Aldama, Koldo, y todos los guardias civiles premiados después por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, estuvieron aquella noche en Barajas. Quien no estaba era el compareciente, José Antonio Álvarez Fernández, que aprovechó la comparecencia para descargar la responsabilidad en el Ministerio del Interior por todo lo ocurrido en la terminal. Insistió una y otra vez en que el control de aduanas depende de la Guardia Civil y el de fronteras de la Policía Nacional, y que nadie del Ministerio le informó de quién aterrizaba en Barajas esa noche. No sabe, por lo tanto, asegura el que era jefe de Barajas, si se hizo control de pasaporte a Delcy Rodríguez ni la más mínima revisión de equipaje.
Tampoco pudo explicar cómo se permitió el acceso a zonas restringidas del aeropuerto a la propia Delcy, a Ábalos o a Koldo sin tener ni tarjetas de embarque ni tarjetas de seguridad. Y decidió quedarse callado cuando se le preguntó si la terminal ejecutiva es, como ha quedado acreditado en diferentes informaciones, Espacio Schengen, donde no podía estar Delcy Rodríguez por las sanciones de la UE.
Sobre las grabaciones de aquella noche, aseguró que las custodió hasta el 6 de junio de 2022, cuando las entregó en el juzgado. Pero dijo no saber si después fueron destruidas. Hay que recordar que el número 2 de Marlaska recibió comunicación de la trama incluso de la mansión de lujo reservada en Madrid por siete días para que se quedara ilegalmente Delcy en España.
Además, el volcado de las conversaciones del líder de la trama y contacto de Begoña Gómez con Globalia, Víctor de Aldama, ha permitido a la UCO detectar nuevas vías presuntamente delictivas. Y una de ellas no es una vía, sino toda una cascada de negocios entre la trama del PSOE y la narcodictadura venezolana.
Delcy Rodríguez entró ilegalmente en España, venía con idea de hacer negocios. Y la trama se encargó no sólo de montar su visita a España, sino, como prueban los datos volcados por la UCO, de introducir a distintos enviados del régimen de Nicolás Maduro a lo largo del tiempo y de forma secreta con la connivencia del departamento de Fernando Grande-Marlaska.