Teresa Ribera ha logrado pasar el examen para ser vicepresidenta y comisaria en Europa pero, por el camino, ha pagado un alto precio. Su imagen se ha visto erosionada y el PPE condiciona su apoyo al compromiso de que dimita si es imputada. En ningún caso contará con el respaldo del PP español, que se debate entre un voto negativo o la abstención en el Parlamento europeo, donde se vota en su conjunto el gobierno de Úrsula Von der Leyen.
"Hemos forzado que la evaluación de Ribera exija su dimisión inmediata en caso de ser imputada", trasladan fuentes del PP en el Europarlamento, donde advierten de que "nuestro compromiso con la verdad es firme, aunque implique contradecir la postura de la presidenta de la Comisión Europea y de nuestro propio partido en Europa", que ayer acordó apoyar a Ribera a cambio de que los socialistas acepten a los candidatos de la italiana Georgia Meloni y el húngaro Viktor Orban.
El párrafo incluido a última hora de la noche de ayer en el dictamen de evaluación sobre Ribera recoge textualmente: "El PPE pide un compromiso claro e inequívoco por parte de la Sra. Ribera de dimitir inmediatamente del Colegio de Comisarios en caso de que se presenten contra ella cargos o diligencias judiciales, en relación con los trágicos sucesos de la DANA, que pudieran perjudicar o menoscabar la reputación y la integridad del Colegio o como consecuencia de los cuales ya no estuviera en condiciones de cumplir los requisitos para el desempeño de sus funciones, en cumplimiento con los apartados 12 y 13 del Código de Conducta de los Comisarios".
La negociación de Sánchez con la "ultraderecha"
Este jueves, el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, ha dicho en los pasillos del Congreso, al ser preguntado por ese compromiso, que "la propia Comisión ha dicho cuáles son sus normas y cuáles son sus reglas, por lo que no vamos a elucubrar con algo que, estoy seguro, no va a pasar".
Para alcanzar un acuerdo, y lograr salvar a Ribera a toda costa, Pedro Sánchez ha tenido que implicarse personalmente en las negociaciones, a pesar de despreciar en varias ocasiones a la "ultraderecha", contra la que ha pedido en reiteradas ocasiones imponer un cordón sanitario, tanto en España como en Europa. La formación de Feijóo exhibe como un éxito haber forzado al presidente a entrar en semejante contradicción.
"Sánchez se ha arrodillado ante Meloni y Orban para salvar a Ribera", señalan fuentes del PP europeo, donde aseguran que "los socialistas alemanes, franceses, italianos y de todos los países, han descubierto hoy la catadura moral de un Sánchez indigno al que no le importan ni España ni Europa".