La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha asegurado que no aprovecharán las acusaciones de Víctor de Aldama, para sacar rédito electoral del Partido Socialista, a pesar de poder hacerlo. Y todo ello a pesar de que la propia Belarra ha calificado el caso Koldo como "un gravísimo caso de corrupción en el seno del PSOE". Durante su intervención ante el Consejo Ciudadano Estatal del partido celebrado este sábado, Belarra ha quitado peso a las acusaciones de Aldama contra ministros y altos cargos del PSOE, argumentando que "carecen de prueba alguna". Una reacción muy diferente de la que tuvo Podemos con Bárcenas.
La dirigente de Podemos ha preferido distanciarse así de la estrategia que, según ella, el PSOE había utilizado en el pasado aprovechándose de declaraciones similares para atacar a su formación. Belarra ha enfatizado que, a diferencia de otros, Podemos no se aprovechará —pese a la gravedad de las acusaciones— de la situación porque "hay que distinguir el grano de la paja".
"Podemos podría sacar un rédito electoral muy importante de esta situación, pero no somos como ellos", ha comentado Belarra, quien además ha calificado a Aldama de "criminal ahora exconvicto".
A pesar de su postura en relación a las acusaciones de Aldama, Belarra sí ha admitido la gravedad del caso Koldo, que implica —por ahora— al exministro José Luis Ábalos, ya imputado. Según la líder de Podemos, la investigación de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha sacado a la luz indicios de corrupción relacionados con Ábalos y su "colaborador estrecho" Koldo García, lo que, a juicio de Belarra, revela nuevamente que el PSOE tiene una "concepción absolutamente patrimonial de nuestras instituciones". Una acusación en la que también ha incluido al PP, como partido tradicional, para añadir que "la corrupción del bipartidismo es su seña de identidad".
La doble vara de medir de la izquierda con la corrupción
Sorprende la postura si se recuerda cuando, en 2013, Bárcenas —el extesorero del PP—, reveló los llamados "papeles de Bárcenas", que implicaban a miembros del Partido Popular en una trama de corrupción, y la credibilidad de sus declaraciones fue aceptada sin cuestionamientos por parte de una gran parte de la izquierda, incluyendo Podemos. Sin embargo, en el caso de Aldama, la falta de pruebas se ha convertido en el principal argumento para descalificarlo.
Este doble estándar en la izquierda también ha llegado hasta el propio Partido Socialista. Con las declaraciones de Bárcenas, Patxi López, acusó al gobierno de Mariano Rajoy de ocultar la corrupción y de mentir al país. De hecho, para el socialista exigían "explicaciones inmediatas" por parte del entonces presidente del Gobierno. "Lo que no puede ser es que soportemos ni a un gobierno ni a la política de este país en base a mentiras, ocultaciones y corrupción", dijo en su momento ante los medios.
A la izquierda, Patxi López cuando Bárcenas cantó ante el juez
A la derecha, Patxi López cuando Aldama canta ante el juez pic.twitter.com/yymRJSo04J
— Pablo Haro Urquízar (@pabloharour) November 22, 2024
En el otro extremo, el ahora portavoz del PSOE en el congreso de los Diputados —en lugar de exigir transparencia o explicaciones como sí lo hizo cuando salpicaba al gobierno popular—, se ha limitado a tildar a Aldama de "mentiroso descarado" y ha defendido a su presidente, Pedro Sánchez, a pesar de la existencia —por ejemplo— de una fotografía en la que aparece Sánchez junto a Aldama. Según López, las acusaciones del intermediario en el caso Koldo son "mentiras" destinadas a "desviar la atención" y "enredarlo todo".