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El PSOE cierra filas con un Sánchez asediado por la corrupción pero bunkerizado con sus más leales: "Nos atacan"

Un 90% de los socialistas respalda a Sánchez pese al reguero de escándalos.

Un 90% de los socialistas respalda a Sánchez pese al reguero de escándalos.
Sánchez y Begoña Gómez, reconvertida de manera oficiosa en secretaria general consorte | EFE

Acorralado por los escándalos judiciales, Pedro Sánchez ha decidido atrincherarse con un puñado de fieles en Ferraz. No sólo mantiene a María Jesús Montero y Santos Cerdán, pese a haber sido señalados por el "nexo corruptor" Víctor de Aldama, sino que incluso introduce a más afines al secretario de organización en la Ejecutiva

La estrategia del secretario general ha logrado el respaldo de más del 90% de los delegados y, aunque aparezca un resultado abrumador, se trata de cinco puntos menos que hace 3 años. Sánchez decide dar un patada adelante, que no se sabe dónde podrá acabar, tras prometer a su partido que las causas abiertas contra su mujer y hermano acabarán en nada aunque no tenga la certeza.

En este 41º Congreso del PSOE celebrado en Sevilla se ha escuchado mucho victimismo y ni rastro de autocrítica o de vergüenza. Es más, la mujer de Sánchez Begoña Gómez, imputada por tres delitos, ha tenido en la clausura un papel fundamental. Tras pasearse el sábado por las carpas, durante el domingo participó en el mitin central desfilando sola, con un papel más protagonista que el de, por ejemplo, la vicesecretaria general.

Lo hacía rodeada de cámaras y entre gritos de "Begoña, Begoña" de los delegados. No faltaron besos y selfies con un papel más protagonista que el de la vicesecretaria general. Su ascendente sobre Sánchez es tan importante que todos los miembros de la Ejecutiva, cuando se anunciaba su nombre para subir al escenario, salían del gradería y , durante el trayecto, hacía una parada técnica para besar al matrimonio y agradecerles su respaldo. Una parada obligatoria que, en cambio, no todos completaban con Santos Cerdán y María Jesús Montero. Gómez, como presidenta y secretaria general consorte en todo su esplendor aunque sea de manera oficiosa.

"Nos atacan"

Tras la cataratas de reproches al poder judicial que se pudieron escuchar el sábado, vendiéndose como víctimas de complot mediático que llega hasta "en sede judicial" como afirmó Santos Cerdán, el secretario general, Pedro Sánchez, pareció hasta comedido. "Podría pensar que, si nos atacan, es porque se sienten fuertes y nos ven débiles", afirmó Sánchez que añadió que es "al revés" y que "nos acosan" porque "saben que el PSOE se ha convertido en una referencia y fuente de esperanza".

"Trabajan con el objetivo de tumbarnos", afirmaba Sánchez que volvía a resucitar el discurso contra los "tabloides digitales". Por el medio, no faltaron las referencias a "los bulos y campañas de desinformación" mientras terciaba que su familia es "víctima de los odiadores profesionales". "Sé que elevarán aún más el ruido", añadía sobre "la máquina del fango" pero auguraba que "ganarán las próximas elecciones".

Siete años más

Para dar las vueltas a las encuestas, Sánchez conminaba al PSOE a "creer en España" y a poner políticas sociales como la vivienda en el centro. De ahí, su anuncio estrella: la creación de "una gran empresa pública de vivienda capaz de crear y gestionar viviendas desde la Administración General del Estado". Incluso se ha fijado como objetivo resistir 7 años más en la Moncloa.

Sánchez, tras saber que el primer paso pasa aferrarse a Ferraz, optó por tratar de revistar su discurso de algo de emoción, retrotrayéndose a sus días de reflexión. "Es un inmenso honor volver a ser secretario general", afirmaba Sánchez tras reconocer que ha "meditado mucho qué hacer con mi vida". "Si después de 10 años al frente del partido y 7 del Gobierno me tocaba dar un paso al lado, hacia atrás", afirmaba. Un amago que sólo duraba unos segundos, menos que los 3 días reflexión, para luego añadir que "la decisión que nos toca a todos es dar un paso al frente, no un paso a un lado".

Todo en un mitin que comenzó pop y pulseritas con luces led, al estilo de los conciertos de Coldplay, y acabó con todo el plenario, Sánchez incluido, con el puño izquierdo levantado cantando "la internacional".

Entre la nuevas caras de la Ejecutivo, el aplausómetro reventó con Pilar Bernabé, nueva secretaria de Igualdad y actual delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana. En segundo lugar, el ministro de Transportes, Óscar Puente, convertido en una estrella del Congreso. El tercer puesto fue para un fichaje nuevo: Enma López, actual concejal en el Ayuntamiento de Madrid.

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