
La tuitera Barbijaputa, también colaboradora de medios como El Diario y Público, se ha amparado este martes en el derecho a la libertad de expresión durante el juicio en el que se la acusa de "fomentar, promover e incitar el odio contra la colectividad judía y judía-israelí". También ha asegurado que "la ultraderecha" ha "sacado de contexto" alguno de esos mensajes en los que, por ejemplo, acusa a Hitler de ser "un cutre" por no "acabar el trabajo".
"Creo en la libertad de expresión. Son chistes dentro de un contexto político muy concreto", ha aseverado durante el interrogatorio del fiscal, donde se ha proclamado "profundamente antisfascista" para desligarse del nazismo. El fiscal solicita para ella un año y nueve meses de cárcel y once meses de multa con una cuota diaria de 9 euros por mensajes como este: "Los que más me gustaban eran los judíos. Muy fan de los judíos. Si estaban vivos no tanto".
En su declaración, la acusada asegura que el procedimiento judicial es una "campaña de la ultraderecha" iniciada en 2015 contra los medios que apoyaban a la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y contra el director de El Diario, Ignacio Escolar, que fue altavoz de este tipo de mensajes antisemitas.
"Yo hago chistes en 2011 y están borrados. Cuando gana Carmena las elecciones, caen concejales como (Guillermo) Zapata (absuelto por la Audiencia Nacional de un delito de humillación a las víctimas del terrorismo) y a mí me reprochan esos chistes y es la ultraderecha quien saca los tuits sacados de contexto y nos hacen pasar como si fuéramos nazis. No me acordaba de que había hecho chistes de estos temas", ha detallado.
"He sufrido un montón"
Asimismo, la encausada ha reconocido varios mensajes de 2014 colgados en las redes sociales y en los que "habla del sionismo y del genocidio de Israel en Gaza" si bien de otros ha dicho que pertenecen a otras cuentas que no son suyas. También ha dicho que no se identifica con su nombre porque recibe amenazas.

Finalmente, el fiscal le ha preguntado sobre su supuesto odio a los judíos a la vista de mensajes como este: "Siguiendo con lo de antes, ¿qué sería más apropiado: eliminar todo Israel o sólo a los judíos?" Ella ha contestado que es "profundamente antifascista" y que "jamás ha pensado así". "Son tuits sarcásticos en un contexto para expresar una emoción. Durante estos años, he pasado por una mentira porque hay cosas que no son ciertas y he sufrido un montón", ha apostillado.
Por su parte, la defensa ha denunciado que la influencer sufre la denominada "pena de banquillo" y no debería ser hoy juzgada.
Un discurso de odio
En la vista han comparecido testigos como el exdiputado de Ciudadanos Juan Carlos Girauta y el abogado Fernando Múgica Heras (hijo del asesinado por ETA Fernando Múgica), quienes han hablado sobre cómo se siente amenazada la comunidad judía en España ante este tipo de mensajes discriminatorios y acerca de que existe una generación de odio hacia personas judías.
La acusación popular, que ejerce el Comité Legal para la Lucha contra la Discriminación, ha traído al juicio a varios representantes de la comunidad judía en España. Para los testigos, los tuits objeto de la vista suponen "mensajes ofensivos" y sostienen que les preocupa el discurso de odio en las redes sociales dentro de una sociedad democrática y con libertades al poder generar otro tipo de violencia.
Según el fiscal, los comentarios de Barbijaputa han generado "un gran impacto negativo y desasosiego entre los miembros del colectivo judío, constituyendo un atentado a la dignidad de las personas destinatarias del mismo, por su naturaleza degradante y despreciativa, llegando a producir una trivialización del genocidio judío".

