
Carlos Mazón ha comparecido desde el Palacio de la Generalidad valenciana para ofrecer una declaración institucional de más de media hora, en la que ha explicado el acuerdo alcanzado con Vox, aunque sin detallar medidas concretas, más allá de hacer una defensa de la lengua española, los agricultores, la rebaja fiscal o el rechazo a la inmigración ilegal, rechazando especialmente el Pacto Verde europeo y la llegada de menas.
Los Presupuestos de 2025 acordados con los de Santiago Abascal se aprobarán en el Consejo de gobierno el próximo jueves y, a partir de ahí, iniciarán su trámite parlamentario hasta quedar aprobados en junio, según ha explicado el propio Mazón, que ha comparecido flanqueado por su consejera de Hacienda, Ruth Merino, y por su vicepresidenta, Susana Camarero, para defender los presupuestos "de la recuperación" y reprochar al Gobierno central la falta de ayuda a Valencia.
Con un discurso muy similar al empleado ante las Cortes valencianas o durante el desayuno informativo que protagonizó en Madrid, el presidente valenciano ha aprovechado para reivindicar su labor, atacar a la oposición y criticar a Pedro Sánchez. "Nuestra prioridad son los afectados", ha dicho, apelando a "la unidad de las instituciones".
"Sin cálculos políticos"
"No es momento de hacer cálculos políticos", ha defendido el presidente valenciano en su comparecencia, en la que ha dado las gracias a Vox "por su voluntad sincera en la reconstrucción valenciana", y ha anunciado que no aceptará la llegada de menores no acompañados a la Comunidad, además de promover la expulsión de los inmigrantes ilegales porque "la Comunidad Valenciana ha rebosado su capacidad".
Los de Abascal justificaron su salida de los gobiernos autonómicos con el PP por esta razón, y también esgrimieron este motivo para no aprobar ningún presupuesto regional que dependa de ellos, salvo los de Mazón. Estas son las primeras cuentas públicas autonómicas de 2025 que Vox aprueba al PP.
También en 2023 la Comunidad valenciana fue la primera que acogió un acuerdo entre PP y Vox tras las elecciones municipales y autonómicas, precipitando con ello el resto de pactos que se firmaron de manera caótica y descoordinada. Apenas un año después, Abascal decidía romper todos los acuerdos, y Mazón era de nuevo el primero en expulsar a los consejeros de Vox y sustituirlos por personas de su confianza.
La DANA motivó nuevos cambios, como ocurrió con la exconsejera de Emergencias, Salomé Pradas, que fue cesada y ahora está imputada. El acuerdo con Vox se anuncia después de que Feijóo dijera la semana pasada en varias ocasiones que el auto judicial "no cambia nada" y sugiriera que una posible imputación de Mazón podría marcar un punto de inflexión para actuar contra el presidente valenciano.

