Cada declaración ante la Justicia va dejando más claro el engranaje de la trama. Una de las personas que ha testificado estos pasados días ante el Supremo ha sido Ana María Aranda, la exsecretaria de José Luis Ábalos en el Ministerio. Y ha confirmado algo que, por mucho que pareciera obvio, necesita de prueba o testimonio confirmatorio. Y es que, en el Ministerio, ella misma, que era la jefa de las secretarias, sabía que Koldo tenía poder para ordenar porque todo lo hacía con autorización expresa de Ábalos. Y eso implica que los negocios que afectaban a contratos u obras públicas en los cuales tuvo presencia Koldo García Izaguirre, todo el mundo asumía que estaban respaldados por Ábalos. Y eso deja en una mala situación defensiva al exministro.
Todos los actos de Koldo eran respaldados por Ábalos
Aranda respondió de forma afirmativa a muchas preguntas. ¿Conocía a Koldo? Sí. ¿Vio a Aldama en el Ministerio? Sí. ¿Le daba instrucciones Koldo pese a no ser la secretaria de este asesor? Sí. ¿Y por qué tenía ese poder Koldo? Pues porque "era una persona muy cercana al ministro y las instrucciones siempre se supone que eran por orden de Ábalos o con su conocimiento". Es más, preguntada por si cuando Koldo "le decía algo era porque se lo decía el ministro", la respuesta fue rotunda: Sí.
Y eso implica que, si en el Ministerio todo el mundo daba por hecho, incluida la jefa de secretarias y secretaria del ministro, que Koldo actuaba por delegación y autorización de Ábalos, lo lógico es pensar que fuera del departamento también. Y eso supone que los actos de Koldo con las mascarillas, con la trama, con las obras públicas, con los viajes, etc. contaban con el pleno respaldo del ministro imputado ya por cuatro delitos. Un mal comienzo para la defensa de Ábalos.
La libertad de Aldama en el Ministerio
Otro de los asuntos que aclaró la secretaria hacía referencia al famoso pase especial del que disfrutaba Aldama para entrar en el Ministerio. El comisionista tenía un pase que, según detalla uno de los informes de la UCO, le permitía moverse por el Ministerio de Transportes sin control alguno. Hasta la declaración de Aranda no había detalles del famoso pase, pero ahora se sabe que fue Koldo García Izaguirre el que reclamó ese permiso para Aldama. De hecho, la libertad de movimiento de Aldama debió llegar a tal nivel que la propia secretaria reconoció haber visto a Aldama en diversas ocasiones, pero sin poder certificar si era para verse con el ministro. "Había un modelo que nos facilitaron en el momento en que no se podía circular, nos los hicieron llegar del Gabinete del ministro como un modelo para poder movernos y venir a trabajar". explicó. Es decir, que se movía como si fuera un empleado más del Ministerio.
La realidad es que todo el mundo daba por hecho que la labor de Koldo se realizaba por indicación o autorización directa de José Luis Ábalos, Así lo ha entendido el propio Tribunal Supremo al imputar al exministro por su participación en la trama delictiva. Pero ahora, más allá de una suposición, existe una confirmación de que hasta el personal más cercano a Ábalos consideraba a Koldo como una extensión misma del ministro.