Las medidas que llegan al Consejo de Ministros se distinguen por sus colores. Las del índice verde se trata de asuntos informados favorablemente por la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios que se celebra los jueves y que preside el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños. Los asuntos más conflictivos se clasifican en un índice rojo y son aquellos que se han de someter a especial deliberación en la reunión ministerial del martes en martes.
Uno de los asuntos que venía en el índice verde se trataba de una transferencia a crédito de 2.000 millones al Ministerio de Defensa para comprar arsenal. La medida fue aprobada el pasado jueves en la Comisión General y se remitió al Consejo de este martes donde se ratificó sin oposición. Ni Yolanda Díaz, ni Sira Rego mostraron oposición pese a que ambas han mostrado en público sus reticencias al rearme.
Un comportamiento disciplinado que la ministra de Sumar presente en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros ha tratado de disfrazar. "Tenemos discrepancia sanas", ha admitido la ministra de Sanidad, Mónica García, quien ha enmarcado la transferencia dentro de "algo que es esencial" y es que "necesitamos una autonómica estratégica", para luego mencionar la sanidad o el cambio climático. Sólo ha puntualizado que tanto en su momento como ahora, su formación ha "presentado observaciones" al aumento de gasto en Defensa. En concreto los de Yolanda Díaz habían presentado 12 observaciones al plan de rearme abriendo una nueva grieta en el Gobierno de coalición, siendo esa su máxima objeción.
Las discrepancias manifestadas por los ministros de Sumar responden, ante todo, a una cuestión puramente simbólica y de apariencia, dado que, desde la formación de Yolanda Díaz insisten en que su margen de maniobra es limitado, dado que ocupan la posición de socio minoritario dentro del Gobierno. No obstante, la realidad es que, lejos de adoptar una postura firme y contraria al aumento del gasto militar —una tradición histórica de las fuerzas de izquierda—, Sumar pone énfasis en la necesidad de cumplir con los compromisos adquiridos con Bruselas, entre los que se incluye la obligación de elevar el gasto en defensa hasta alcanzar el 2% del PIB.
A su lado, la ministra portavoz, Pilar Alegría, ha recalcado que esta transferencia estaba en el índice verde del Consejo. Una forma de desacreditar esas supuestas observaciones y quejas que Sumar en público airean y en privado no parece suponerle problemas. La ministra socialista ha prometido que estos dos mil millones servirán para "atender programas y contratos que ya estaban en marcha" y ha encuadrado este dinero en la "modernización y mejora de las instalaciones del ministerio de defensa".
Reordenando el Presupuesto
Lo que sigue sin descifrarse es en cuánto está el gasto total en defensa. Alegría ha destacado el compromiso "claro y firme" del Ejecutivo de llegar a ese 2 % del PIB en inversión en Defensa. "La voluntad de este Gobierno es cumplirlo lo antes posible", ha subrayado aunque sin dar fechas.
Al estar en una prórroga presupuestaria, el Gobierno puede decidir hacer modificaciones de crédito, si lo considera oportuno, es decir, efectuar movimientos dentro del presupuesto y cambiar de ministerio estas partidas. Este cambalache se lleva practicando con regularidad. Ya el pasado 4 de marzo, autorizó otra transferencia al ministerio de Defensa por importe de casi 244 aunque no fue tan alto como el actual que supone, de una tacada, más de una décima de gasto militar.