El Gobierno ha dado a conocer los detalles del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa que este martes aprobó el Consejo de Ministros. Entre las sorpresas, está la creación de un "Comité Nacional de Seguridad y Soberanía Tecnológica" que se encargará de encargar de coordinar el plan. Este organismo, de nueva creación, dependerá el Ministerio de Presidencia del Gobierno, es decir, de Félix Bolaños.
Este órgano estará "integrado por los principales ministerios sectoriales con competencias en materia de defensa, industria,
digitalización y tecnología, y por aquellas agencias públicas que operan o financian proyectos tecnológicos (CDTI, SETT, SEPIDES, ICO, COFIDES, AEE, AEAD)". O lo que es lo mismo: pone a la misma altura a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que al de Digitalización, Óscar López, y al de Industria, Jordi Hereu.
A falta de una mayor concreción, es cierto que de Félix Bolaños dependen otros órganos de coordinación como mini consejillo de ministros que reúne a los secretarios de Estado y a los subsecretarios para preparar la reunión de los martes. El nuevo Comité Nacional de Seguridad y Soberanía Tecnológica se encargará de "garantizar la correcta ejecución del Plan, la coordinación entre Administraciones, y su alineamiento con la
estrategia europea de seguridad y defensa".
Además, "contará a su vez con un Consejo Asesor", pese a que en otros momentos, como en la pandemia, también crearon unos asesores de los que nunca trascendió su nombre. En esta ocasión, afirman que estará compuesto "por representantes de la
industria, la academia, los centros de I+D, startups, inversores, fuerzas de seguridad y agentes sociales". El objetivo es que se encarguen de "canalizar las necesidades y propuestas del sector".
Bolaños y Robles, una vieja rivalidad
Este Plan vuelve a reavivar los enfrentamientos entre Bolaños y Robles. Ambos ministros llevan sosteniendo desde hace tiempo una tensión soterrada con divergencias que se ha evidenciado en más de una ocasión.
El más evidente sucedió cuando Bolaños estaba al frente de Presidencia. En ese momento, el ministro de Presidencia responsabilizó al CNI del espionaje con Pegasus al móvil de Pedro Sánchez, mientras que desde Defensa señalaban hacia la Secretaría General de la Presidencia, porque de ella dependen las comunicaciones de los altos cargos.
Esto llevo al cese de Paz Esteban, mujer de confianza de Robles. Tras esta dimisión, Bolaños maniobró para tratar de conseguir el CNI pero el centro de espionaje siguió dependiendo de Defensa. Ambos también han tenido divergencias a la hora de gestionar la política judicial del Gobierno. Bolaños siempre ambicionó el ministerio de Justicia, pese a que no es juez, mientras que Robles llegó a ser vocal del CGJ y magistrada del Supremo. Ambos han tenido divergencias a la hora de nombrar otros candidatos para puestos como el Constitucional.
En el Gobierno tampoco ha pasado desapercibido el segundo puesto al que ha pasado Robles durante los últimos meses mientras su ministerio preparaba el rearme con discreción.
En el Ejecutivo han preferido que el portavoz sobre la nueva estrategia de defensa fuese el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien ha tenido reuniones con ministros de otros países e intervenciones en televisiones y radio. Incluso fue el encargado de comparecer tras la ronda de Sánchez con los portavoces parlamentarios para explicarles el rearme. Todo mientras Robles pasaba a un segundo plano. Obligada o no.