
Las primarias del PP en las que salió elegido presidente Pablo Casado siguen siendo a día de hoy un motivo de disputa. La mayoría de cargos nacionales y autonómicos consultados por Libertad Digital coinciden en señalar que aquél proceso dejó dividida a la formación en tres. Unas heridas de las que, todavía ahora, intentan recuperarse. Para evitar que algo así vuelva a ocurrir, Alberto Núñez Feijóo pretende aprovechar el congreso de julio para reformar las primarias y cambiar el sistema de doble vuelta de cara al futuro.
"Vamos a intentar profundizar en la democracia interna en nuestro país", dijo este martes el líder del PP al ser preguntado por la prensa sobre este asunto. "Es un poco raro de explicar que todos los militantes pueden votar pero la votación pueda quedar anulada por los compromisarios, y la persona elegida en primera instancia por los militantes pueda ser distinta a la elegida finalmente por los compromisarios", añadió.
Sus palabras parecen enmendar la reflexión que hizo en 2022, un mes antes de ser elegido presidente del PP, cuando dijo en una entrevista en El Mundo: "Creo en las primarias a través de compromisarios, no en las primarias asamblearias". El sistema actual consiste de dos votaciones: una primera donde los militantes eligen de forma directa entre los candidatos que reúnan los suficientes avales y, si no hay una candidatura que tenga una diferencia aplastante de votos frente al resto, las dos con más apoyos pasan a la segunda vuelta en la que eligen los compromisarios. Un "nudo gordiano", decía este martes Feijóo.
El presidente de Andalucía, Juanma Moreno, también se quejaba del sistema actual, que se aplicó en el año 2018: "En el anterior congreso los militantes votaron y optaron mayoritariamente por una opción y, después, en la segunda fase con los compromisarios, los que habían sido derrotados se unieron y ganaron el congreso ¿tiene ese sentido? quien perdió legitimad fueron las bases del partido", decía este martes en OndaCero. La candidata menos votada en aquella primera vuelta, María Dolores de Cospedal, sumó sus compromisarios a los de Pablo Casado, que quedó segundo, para poder derrotar a Soraya Sáenz de Santamaría.
El legado de Rajoy y el de Feijóo
El presidente andaluz se mostraba a favor de "revisar" el modelo actual, que se impuso en los estatutos reformados por Mariano Rajoy en 2017, al considerar que consta de "errores", y recordaba que fue un sistema copiado de Cs. "Un modelo que no estaba en la cultura de nuestro propio partido", añadía. También el presidente de Murcia, Fernando López Miras, se mostraba este martes partidario de modificar el sistema actual porque "es mejorable".
La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, evitaba entrar a valorar la posible reforma, dado que se desconoce, por el momento, el contenido de la ponencia y en qué línea irá la propuesta. "Lo que pase en el partido se queda en el partido, como en Las Vegas. Otra cosa son los debates de ideas, programas… que, por supuesto quienes, tenemos gobiernos tenemos la obligación de comprometernos con los ciudadanos y exponerles nuestras líneas maestras", decía.
El debate no opera para el congreso actual, dado que, salvo sorpresas, sólo se presentará como candidato Alberto Núñez Feijóo. El presidente del PP pretende dejar resuelto el conflicto de cara al futuro, cuando deje de liderar la formación. Una especie de legado que supondría en la práctica enmendar la etapa de Mariano Rajoy, que no sólo provocó la división de la derecha en tres partidos, sino que dejó también fragmentado al PP.