
El sonido de los tambores electorales no sólo retumba en el Congreso, sino que este es percibido por parte de la sociedad civil y por el exportavoz de Vox en la Cámara Baja Iván Espinosa de los Monteros, que ha animado una vez más a PP y Vox a entenderse con el objetivo de presentar una alternativa a Sánchez que "ilusione" a la ciudadanía, en lugar de dejarse llevar por las "guerras fratricidas" que han propuesto los de Santiago Abascal contra los de Génova 13.
En este sentido, Espinosa de los Monteros ha destacado que Vox debe ser "más tolerante" con los populares, a los que se les acusa de no hacer oposición al PSOE; mientras que estos achacan a los de Abascal que le hagan oposición a la oposición, es decir, al PP. Por ello, ha llamado a enterrar el hacha de guerra a ambas formaciones y a colaborar con el objetivo de conseguir "el bienestar de la nación", que según ha expresado, pasa por desalojar al líder socialista de La Moncloa, algo que se conseguiría si se proponen "cosas ilusionantes y optimistas basadas en algo tangible y real".
De esta forma se ha pronunciado el ex de Vox en una entrevista a Europa Press con motivo de la presentación de su libro España tiene solución, en la que ha explicado que la tensión entre los de Alberto Núñez Feijóo y Vox lleva a la confusión a los votantes del centro-derecha: "¿Cuál es el proyecto ilusionante al que me queréis llevar? ¿Cuál es la plataforma a la que tengo que estar yo deseando aspirar? ¿Cuál es el proyecto aspiracional e ilusionante que me estáis proponiendo?".
Así, ha anunciado que lanzará a principios del siguiente curso político su fundación, que todavía no tiene nombre, pero a la que ha definido como una organización "apartidista" que comenzará a tener actividad entre finales de verano y el principio de otoño. Todo ello, con el objetivo de ser útil en la promoción de la cooperación de las fuerzas políticas de la derecha y otros sectores de la sociedad civil. "No es del todo cierto que la existencia de más de un partido sea necesariamente perjudicial", ha expuesto sobre si la necesidad de cooperar conllevaría la fusión de los partidos.
Le dan "pena" los ataques
En otro orden de cosas, Espinosa de los Monteros, al igual que otros muchos cargos que han abandonado Vox en los últimos años, ha recibido ataques por parte del entorno de Bambú —madrileña calle en la que se ubica su sede nacional—; aunque estos, según ha dicho, más que enfurecerle, le dan "pena". De hecho, este ha sido atacado por acudir a la manifestación del pasado sábado en contra del Gobierno presidido por Pedro Sánchez utilizando una fotografía en la que se le ve junto al portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, y a la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo.
En cuanto a las "hostilidades" que recibe por parte de los entornos cercanos a Vox, ha llamado a rebajarlas en lugar de entrar en "una espiral" que no considera "productiva" ni eficiente para crear una alternativa real al actual jefe del Ejecutivo. Aun así, también ha aseverado que tiene "una opinión formada e informada" del funcionamiento del partido de Abascal, si bien ha preferido no incidir en el tema para no hablar de "cosas feas" que "no añaden valor".
"Nuestras ideas son mejores"
A renglón seguido, el exportavoz de Vox en el Congreso ha manifestado su convicción de que las ideas de la derecha "son mejores" que las de la izquierda, aunque la primera se encuentre "acomplejada" y no haya "sabido dar la batalla cultural" absorbiendo parte de los "marcos mentales" de la izquierda. Por ello, ve este espectro político sumido en "una falta de convicciones profundas" para luchar por la libertad y el crecimiento económico frente a "una especie de Gran Hermano que lo supervisa todo, lo limita todo y lo restringe todo", ha dicho en referencia a la propuesta de los partidos de izquierdas.
"Está claro que nuestras ideas son mejores, lo que hace falta es que nos lo creamos nosotros mismos y las presentemos de una manera que genere entusiasmo", ha explicado Espinosa de los Monteros antes de aseverar que "todos aquellos que defiendan las ideas de la libertad", es decir, las organizaciones "que no sean de izquierdas", deben ponerse de acuerdo para buscar el bienestar del país.